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La recta final del 20-N

Votar en plena tormenta financiera

La prima de riesgo a 450 centra la recta final de la campaña Rubalcaba, arropado por Solana y Solchaga, plantea enfrentarse a los especuladores Rajoy se vende como la solución

Carlos E. Cué

El voto siempre es un estado de ánimo. Una especie de cata de la sociedad en un momento muy preciso, un día concreto cada cuatro años. Y todo influye, hasta la meteorología. Lo que suceda en las semanas o días previos suele ser clave. España ha votado en momentos muy convulsos, pero nunca en la peor de las semanas posibles para la economía, en plena tormenta financiera, con la prima de riesgo de más de 450 puntos y una absoluta sensación de descontrol en toda Europa. La preocupación es de tal calibre en los cuarteles generales de PSOE y PP, que la prima monopoliza ya la campaña.

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“No es un buen día para hablar de economía”, sentenció el economista Emilio Ontiveros nada más empezar el acto que Alfredo Pérez Rubalcaba había preparado en Madrid para hablar de la crisis financiera. El candidato estuvo arropado, como en casi toda la campaña, por históricos del PSOE —ayer fue el turno de Carlos Solchaga y Javier Solana; otros días, Felipe González y Alfonso Guerra.

Rajoy y Feijóo creen que el problema de la prima se resuelve con otro Gobierno

La campaña ha sido sepultada por la crisis. En dos semanas han dimitido los primeros ministros de Italia y Grecia. Y ahora, la prima. La mayor crisis política que ha vivido el PSOE en mucho tiempo, la de mayo de 2010, que significó el final del proyecto político de Zapatero y unos recortes que hundieron su imagen, llegó porque el diferencial con Alemania pasó de 150. Y ahora, un año y medio y 15.000 millones de euros en recortes después, supera los 450. Se entiende así que solo el día del debate la campaña lograra ser la noticia más importante del día.

Rajoy y Rubalcaba se concentraron en el asunto, pero lo enfocaron de manera muy distinta. Mientras el candidato del PSOE hizo una detallada explicación de sus propuestas, y aseguró que la solución pasa por salir al combate contra los especuladores desde el Banco Central Europeo, el candidato del PP aseguró que él es la solución, que cuando llegue al poder va a “romper” la escalada de la prima de riesgo.

“Vamos a romper y le vamos a decir a Europa y al mundo que España es un país serio, un país fiable, un país que cumple sus compromisos, que es una de las grandes potencias del mundo, y que la circunstancia de que durante unos años haya habido un Gobierno que no ha estado a la altura de las circunstancias no significa que no seamos una gran nación, y que no nos gusta que nos den órdenes”. No solo Rajoy mantiene esa tesis. “La primera medida económica es cambiar al Gobierno”, aseguró Alberto Núñez Feijóo en Vigo.

Sin embargo, ayer mismo, la Comisión Europea dijo que el castigo de los mercados a España no tiene que ver con su economía, sino con el contagio de la deuda griega o italiana. La Comisión Europea insistió en que España ha hecho los deberes.

Los ‘números dos’ de entonces eran Solbes y Pizarro; ahora, Valenciano y Sáenz de Santamaría

Rubalcaba intenta por todos los medios que haya campaña, y ayer contestó a Rajoy desde Barakaldo. Pero el líder del PP ya solo está preocupado de la situación que va a tener que gestionar si llega a La Moncloa. Sabe que lo único que tiene que hacer para ganar es dejar pasar los días sin grandes polémicas, y en eso es un auténtico especialista que desespera a los estrategas del PSOE. Ayer mantuvo en Vigo esa línea de ningunear a su adversario, entre un público entregado y multitudinario que le acogió como “el primer gallego que será presidente de España [hubo otro, pero fue antes de recuperar la democracia]”.

El mitin fue movido, porque hubo varios reventadores del 15-M que fueron sacados a golpes, pero él mantuvo la calma: “Que no pasa nada, que llevo 30 años en política, que vamos a ganar las elecciones”, se animó con los incidentes.

Mientras Rajoy planteaba que la crisis de deuda se resolverá simplemente cambiando el Gobierno, Rubalcaba defendió que lo que hay que hacer es salir a combatir en los mercados desde la política y cambiar la dinámica europea. Reclamó a la UE “firmeza política” y sobre todo al Banco Central Europeo que mande un mensaje clarísimo de que va a comprar toda la deuda que haga falta para ahuyentar a los especuladores.

Rubalcaba dice que la solución es que el BCE gaste lo que sea en defender al euro

“Hemos intentado, sin éxito, mantener un debate con el PP sobre esto. El G20 ha pedido un plan de activación del crecimiento, sobre todo a Alemania. Hay que regular el sistema financiero en la sombra. La imagen que da Europa no es de confianza. El BCE se gasta en la peor semana 4.000 millones en comprar deuda. La Reserva Federal de EE UU gastaba 9.000 millones al día en defender su moneda. El BCE tiene que decir al mundo entero que no está dispuesto a que se especule con el euro, que se va a gastar todo lo que tiene que gastarse. Además, es evidente que la política de ajuste está llegando a su límite”, remató. Solchaga le apoyó en lo del BCE, y también en que los recortes solos ya no valen, aunque dijo que en este momento los mercados no aceptarían cambiar esa política.

Cuando se refiere a los ajustes que hizo el Gobierno en el que él estaba, Rubalcaba habla aún más rápido de lo que en él es habitual. Es como si quisiera borrarlos y no pudiera. Tal vez por eso su lengua se acelera. Ayer dijo: “Lo que hemos hecho [los recortes] era correcto pero es insuficiente”, y lo hizo como si se tragara las sílabas. Quiere acabar rápido esa frase obligada para hablar de lo que de verdad le interesa: el futuro. Hemos llegado hasta aquí, viene a decir, y ahora hay que hacer un cambio radical, eso es lo contrario de lo que propone Rajoy, que plantea seguir en la misma senda de recortes pero con un Gobierno distinto, el suyo, que dé credibilidad a los mercados.

Esta vez ni siquiera se negoció un debate económico, como en 2008

La economía parece así el único asunto posible. Y sin embargo este año, al contrario que en 2008, los partidos ni siquiera han tenido un debate económico en televisión. Ni siquiera se ha intentado negociar. Entonces fue clave el cruce entre Pedro Solbes y Manuel Pizarro. Ambos eran los números dos de sus candidaturas. Hoy lo son dos mujeres sin perfil económico, Elena Valenciano y Soraya Sáenz de Santamaría. Y ahora, cuando solo se habla de economía, no se sabe ni quién sería el o la vicepresidenta económica de ninguno de los dos candidatos. Ellos, los líderes, tampoco se han ocupado nunca de ministerios económicos. En tiempos de economía y de tecnócratas en Europa, los políticos puros parecen haber sepultado en España a los de perfil económico.

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