El alcalde de Bilbao compaginará la política y el tratamiento de un cáncer

En la primavera de 2003, Iñaki Azkuna (Durango, 1943) recibió la noticia de que sufría un cáncer de próstata. No escondió el diagnóstico y en el primer pleno municipal del Ayuntamiento de Bilbao que presidía, lo comunicó abiertamente. Entonces inició un tratamiento que en algunas fases le obligó a ser tratado en Estados Unidos, durante varios meses. Ahora, después de superar varios altibajos en la evolución de la enfermedad, vuelve a someterse a un plan de choque médico hasta finales de año y que comenzará el próximo lunes. Según ha dicho hoy durante la inauguración del festival de La Risa, su intención es compaginar el tratamiento con las labores de la alcaldía, aunque durante la mañana había trascendido que iba a abandonar la política durante tres meses. “Voy a ir al despacho todos los días que pueda”, dice. Azkuna ha participado también en la apertura de un congreso sobre drogas y juventud, que ha presidido la Reina Sofía. El alcalde le ha dado la bienvenida y en el encuentro ha recibido el apoyo de todas las autoridades presentes, entre ellas la ministra de Sanidad, Leire Pajín.

Azkuna, médico y en disposición de mayoría absoluta desde el 22-M que abre su cuarto mandato, anunció su salida transitoria del Ayuntamiento en una entrevista a la radio local Telebilbao. Lo hizo en un tono distendido, propio de su lenguaje. “No voy a poder salir a tomar una copa por lo menos hasta Navidad”, dijo en su encuentro con el periodista Joseba Solozábal, al que le une una reconocida amistad. Eso sí, el alcalde de la capital vizcaína confía en compaginar algunos actos institucionales despuésde la primera fase intensiva del tratamiento que, admite, será duro.

Con su ausencia, Ibón Areso, una de sus personas de máxima confianza, será el alcalde en funciones. Con todo, el peso específico de la gestión recaerá en el consejero delegado, Andoni Aldecoa, y en los concejales Ibone Bengoetxea –elegida presidenta de los municipios vascos, Eudel- y José Luis Sabas. Son, de hecho, la guardia pretoriana de Azkuna y ya desempeñaron un papel similar durante la estancia médica del alcalde en Estados Unidos hace cuatro años.

Ibon Areso, una de sus personas de máxima confianza, será el alcalde en funciones

Azkuna debe afrontar mañana un intenso pleno municipal que se celebrará en plena resaca del litigio vivido en Bilbao a raíz del polémico derribo del gaztetze Kukutza, en el barrio de Rekalde, y que provocó numerosos disturbios por enfrentamientos entre los jóvenes ocupantes del local y la Etzaintza. El alcalde no dudó en situar a Bildu detrás de Kukutza y tanto la coalición abertzale como el PNV se cruzaron duros reproches. El resto de la corporación respaldó al alcalde y la orden de desalojo y la consejería de Interior denunció el vandalismo propio de acciones de kale borroka.

Durante los últimos meses, Azkuna no ocultó las dificultades que debìa soportar durante el tratamiento semanal de su cáncer de próstata. De hecho, acudía una vez por semana al Hospital de Basurto, donde era medicado y regresaba a la actividad diaria. Ayer mismo participó en el inicio de Art&Fashion, en La Alhóndiga, el centro de cultura que el propio alcalde considera una de las realizaciones que aporta mayor proyección a Bilbao junto al museo Guggenheim.