La ruina obliga a la Generalitat a malvender 37 edificios públicos
El Gobierno catalán pierde 42,4 millones con la venta de solo cuatro inmuebles
El presidente Artur Mas ha decidido malvender el patrimonio de la Generalitat para hacer frente a la delicada situación financiera del Gobierno catalán. El Departamento de Economía, cuyo titular es Andreu Mas-Colell, ha puesto a la venta 37 edificios, con los que espera ingresar hasta 550 millones de euros. La venta de estos inmuebles en la actual situación de crisis causará cuantiosas pérdidas a la Generalitat, que en el caso de cuatro de los últimos inmuebles comprados ascenderán a 42,4 millones de euros. Otros dos, adquiridos en 1994 y 1999, han sido puestos a la venta a un precio muy similar al de su compra, pese a que los precios en el mercado de oficinas se ha triplicado en este tiempo. Con la mayoría de edificios, sin embargo, no es posible cuantificar las minusvalías ya que se trata de inmuebles que ya eran de la Generalitat o esta los ha recibido transferidos de otras administraciones.
Los edificios en venta se han distribuido en dos lotes. Por el primero, compuesto por 26 inmuebles, la Generalitat espera conseguir al menos 450 millones. El segundo lote, cuya venta ha salido a concurso a través de ICF Equipaments, está compuesto por otros nueve locales, una nave y la sede de Territorio, por 97 millones más.
El tripartito inició una oleada de compras poco después de llegar al Gobierno. Según un estudio que elaboró la Generalitat, los elevados alquileres a los que hacían frente consejerías y organismos oficiales eran un dispendio que se podía evitar comprando los inmuebles. Bajo esa justificación, inició un plan de adquisiciones que ahora el actual Gobierno desactiva, a costa de vender por debajo del precio de compra.La sede de Territorio, junto a la estación de Sants, se compró por 60 millones de euros en 2010. Se ha puesto a la venta un año después por un mínimo de 56 millones. El Ecourban, situado en el barrio 22@ y sede de la Agencia Catalana de Comercio y del Instituto Catalán de Energía (Icaen), fue adquirido por 31,8 millones en 2008. Ahora sale a la venta por 19,8 millones. El edificio de Agricultura de la avenida de la Meridiana fue comprado en 2003 por 19,7 millones y su precio de salida es ahora de 10,3 millones. La antigua consejería de Trabajo, en la calle de Sepúlveda, se compró por 27,5 millones en 2004 y siete años después se vende hasta 110.000 euros más barato.
En el caso del edificio de Economía en Gran Via número 639, se vende por 9,8 millones, pese a que se compró por 26 millones. Esta venta, sin embargo, permitirá a la Generalitat ahorrarse los gastos del censo enfitéutico. Este sistema de compra, utilizado por el Gobierno desde los noventa, es una figura medieval que permite comprar sin desembolsar toda la cantidad o con hipoteca, ya que las cuotas se pagan al propietario, pero los gastos que comporta son muy elevados.
De entre los precios conocidos de compra años atrás (extraídos de los presupuestos de la Generalitat de diversos años), solo los inmuebles adquiridos antes del año 2000 se venden con una plusvalía considerable. Pero hay que tener en cuenta que han pasado más de 10 años y el metro cuadrado de oficina, según cifras del Ayuntamiento de Barcelona, ha más que doblado su valor en el centro de la ciudad. En 1997, año de compra de varios inmuebles, en el Eixample el metro de oficina valía de media 1.064 euros. En 2010, en la misma zona, se vendió a 3.467 euros de media.
La dirección general de Agricultura, en Gran Via de les Corts Catalanes número 612, con 12.879 metros cuadrados, se compró en 1994 por 25 millones y se vende ahora por 26,9 millones. Otro inmueble de Trabajo en Puig i Xoriguer, de 2.349 metros cuadrados, se compró en 1999 por 2,7 millones y se vende por 3,2 millones.
Una portavoz de Economía señaló ayer que los edificios se han tasado según el precio actual del mercado, y recordó que los publicados son los precios mínimos por los que puede negociar "y quizá se acabe vendiendo por más". El mercado, explicó, no está en su mejor momento y los edificios no se venden vacíos, sino que incluyen un inquilino, ya que, una vez vendidos, la Generalitat no los desocupará, sino que seguirá en ellos en régimen de alquiler.
La renta, según el acuerdo de Gobierno, estará garantizada al menos durante 25 años. En el caso, por ejemplo, del edificio de la Bolsa de Barcelona, que se vende a partir de los 57,4 millones en paseo de Gràcia número 19, el alquiler anual pactado ascenderá a 4,7 millones. La sede de Trabajo de Sepúlveda tiene un alquiler pactado de 2,2 millones al año.
El primer lote, de 26 edificios valorados en 450 millones, está siendo gestionado por la consultora PWC. Contiene muchos inmuebles en la llamada zona prime de la ciudad, cerca de paseo de Gràcia, Via Laietana y Diagonal. El segundo bloque, que ha salido a concurso a través de ICF Equipaments, incluye por 97,8 millones la sede de Territorio de Josep Tarradellas, una nave en el polígono de Molí del Racó en Sant Sadurní d'Anoia y nueve oficinas de empleo. Estas últimas están en Vilanova i la Geltrú, Tortosa, Granollers, Sant Cugat del Vallès, Barberà del Vallès, Berga, Rubí, Esplugues de Llobregat y Cambrils. Todas las oficinas tienen entre 400 y 1.000 metros cuadrados y la mayoría se construyó después de 2000.
En el pliego del concurso de ICF Equipaments se especifica que la empresa que se encargue de la venta de este lote deberá colocar el paquete completo, que es indivisible. Además, especifica que la compañía que se encargue de la venta se embolsará un 2% del precio total si vende en menos de seis meses, es decir, un mínimo de 1,9 millones de euros, sin IVA. El porcentaje de beneficio desciende conforme aumente el tiempo de venta, y si tarda seis meses baja hasta el 1,6%. La fecha máxima para que se formalicen las escrituras públicas es el 16 de diciembre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.