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Continuidad para "vender" igualdad a toda prisa

La sustituta de Aído en el Ministerio de Igualdad, Laura Seara, procede del Instituto de la Mujer

La nueva secretaria de Estado de Igualdad, Laura Seara.
La nueva secretaria de Estado de Igualdad, Laura Seara.MARIA P. CORREAS

La igualdad tiene una cara nueva. El relevo en la Secretaría de Estado, el máximo organismo encargado de estas políticas desde que el presidente Rodríguez Zapatero suprimió el novedoso ministerio que él mismo había creado, se plasma en el Consejo de Ministros de hoy bajo el sello de la continuidad. La nueva titular, que sustituye a Bibiana Aído, es la hasta ahora directora general del Instituto de la Mujer, Laura Seara.

La nueva secretaria de Estado tiene ante sí, previsiblemente, un tiempo breve para una tarea ingente: vender los logros de los Ejecutivos de Zapatero en el avance de la igualdad real entre mujeres y hombres. Este argumento ya se manejó -con poco éxito, por cierto- en las pasadas elecciones de mayo. Y si finalmente las generales se adelantan a este otoño, los socialistas volverán a presentar estas políticas que consideran parte de su adn como uno de los atractivos para atraer a los votantes. El rostro que las represente será el de Seara (Ourense, 1975), una mujer trabajadora, peleona y con sentido del humor. En la cartera tiene un solo gran proyecto sin rematar, la Ley de Igualdad de Trato. Y una idea clara, la igualdad no puede ser una víctima más de la crisis.

Licenciada en Derecho y militante socialista desde la juventud, la nueva secretaria de Estado se convirtió en diputada en el Parlamento gallego en 2001. En diciembre de 2010, Aído la nombró directora general del Instituto de la Mujer. Seara llegaba al cargo con la lección aprendida, con un amplio bagaje feminista. Desde entonces ha permanecido a la sombra de la secretaria de Estado, el cargo que desempeña desde hoy tras la salida de Aído para incorporarse a ONU Mujeres de la mano de su directora, Michelle Bachelet. En su haber, Seara, que tiene una magnífica relación con la ministra de quien depende, Leire Pajín, deja un instituto puesto al día al menos en lo que al uso de nuevas tecnologías se refiere y con menor protagonismo público desde que el organigrama de la igualdad creció en rango. Su sustituta, Teresa Blat, es funcionaria y tiene también amplia trayectoria en la lucha por los derechos de las mujeres.

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