CiU y PP consuman el pacto de los Presupuestos
El acuerdo no implica cambios en las cifras macroeconómicas pero multiplica la influencia del PP
El Partido Popular ha presentado hoy el acuerdo que ha alcanzado con el Gobierno catalán para permitir la aprobación de los presupuestos de la Generalitat para 2011. El acuerdo no implica grandes modificaciones en las cifras macroeconómicas, se mantiene el objetivo de déficit del 2,6% y los recortes sociales, pero han permitido al PP erigirse como fuerza central en Cataluña y socio indispensable de Convergència i Unió para ahora y para el futuro. La presidenta del PP, Alicia Sánchez Camacho ha remarcado que su abstención ante los presupuestos es un “acto de responsabilidad” y que se abre “una nueva etapa de colaboración” con CiU.
Sánchez Camacho ha comparecido en conferencia de prensa para presentar un documento de siete folios y ocho puntos firmada por el consejero de Economía y Finanzas, Andreu Mas Colell y por el secretario general del PP catalán, Jordi Cornet, entre otros. Se trata de un documento que busca establecer una colaboración a largo plazo entre CiU y PP, que no se limita a los presupuestos de este año y que obliga al Gobierno a negociar con Sánchez Camacho las cuentas del año que viene. A pesar de ello, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha asegurado que el acuerdo alcanzado hoy no supone la “reedición” del pacto del Majestic por el que CiU y PP comenzaron a colaborar en 1996 y acordaron la investidura de José María Aznar como presidente del Gobierno. El consejero de Economía todavía no ha anunciado ninguna comparecencia para explicar las consecuencias del acuerdo.
El documento pactado establece que se va a “racionalizar, reducir y simplificar” el sector público y que se concreta en una reducción del 20% de las aportaciones públicas este año a empresas y organismos de la Generalitat. El PP considera que esto puede ahorrar 1.200 millones de euros –cifra que por ahora no certifica la Generalitat- y que el resultado de este ahorro deberá invertirse en sanidad y servicios sociales. Sánchez Camacho no ha podido garantizar, sin embargo, que las cuentas que el Parlamento acabe aprobando el próximo 20 de julio incluyan el cambio de partida de estos 1.200 millones.
El PP prometió durante la campaña electoral que no apoyaría ningún presupuesto que implicara un incremento de las listas de espera. El proyecto de presupuestos del Gobierno certifica que éstas crecerán cerca de un 40%. Sánchez Camacho no ha podido garantizar en la conferencia de prensa que las modificaciones a introducir puedan reconducir este gran incremento del tiempo de espera. El PP espera reducir estas listas con el ahorro que genere la mejora de la organización de los hospitales y la compra de medicamentos mediante una plataforma única de procesos de compra, pero estos acuerdos ni si quieran han sido firmados por el Gobierno de CiU y forman parte de un anexo independiente a la parte escrita del pacto.
El acuerdo entre Gobierno y PP otorga a este partido dos victorias políticas: la primera, el compromiso de presentar este año un proyecto de ley de estabilidad presupuestaria para, según Sánchez Camacho, “evitar que se gaste más de lo que uno tiene”. El segundo es el compromiso es reformular las delegaciones de la Generalitat en el exterior para despojarlas de cualquier signo de representación política y centrarlas en la promoción económica.
El portavoz de Convergència i Unió en el Parlamento Jordi Turull ha hecho una “valoración positiva” del acuerdo alcanzado con el PP y ha asegurado que la “responsabilidad” del PP permitirá aprobar unas cuentas que son las que necesita el país. La oposición de izquierdas ha visto en el compromiso la reedición del pacto del Majestic y Mas ha salido en su defensa afirmando que no hay ninguna reedición, que ninguna foto inmortalizará el momento y que no ha tenido más remedio que pactar con el PP porque los otros partidos (en alusión al PSC y ERC) no han querido llegar a acuerdos.
La oposición critica el acuerdo y recuerda el "Pacto del Majestic"
La reacción de la oposición ha sido fulminante. Todos los partidos sin excepción han cargado contra el acuerdo entre CiU y el PP y algunos han evocado el recuerdo del pacto del Majestic entre los convergentes y Aznar en 1996. Joaquim Nadal, presidente del grupo socialista y considerado el jefe de la oposición, ha afirmado que Mas nunca ha tenido la voluntad de acercarse a los socialistas. “Hoy se ha certificado lo que ya sabíamos hacía meses que pasaría. No es una cuestión de nombres, no es un pacto del Majestic, sino un pacto del Palau (de la Generalitat)", ha dicho para asegurar que los convergentes nunca han tenido la voluntad de acercase a los socialistas pese a que firmaron en diciembre el pacto de investidura. “El PSC no se ha sentado jamás a la mesa de una negociación presupuestaria porque no ha habido voluntad de acercamiento negociador en los términos que se entiendenen una negociación; CiU ha elegido con quién quiere aprobar los presupuestosde 2011, ha hecho lo que ha querido, no lo que ha podido porque no hatenido capacidad de diálogo".
Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA), Esquerra Republicana (ERC) y Solidaritat Catalana (SI) han lamentado que Mas haya pactado con el PP, la formación que recurrió el Estatuto ante el Tribunal Constitucional. El ecosocialista Joan Herrera ha criticado que "CiU celebre" el primera aniversario de la gran manifestación en defensa del texto y en contra de la sentencia -"Fue la mayor manifestación por la dignidad de Cataluña"- de la mano del PP. "El PP ha sido el partido que más ha atacado la dignidad del país, que desprecia y se ríe del autogobierno, que combate la lengua y que siembra el odio en materia de inmigración en ciudades como Badalona", ha arremetido. Así, no le ha sorprendido que CiU haya querido evitar la foto con el PP para inmortalizar el "pacto de la vergüenza".
El republicano Joan Puiogcercós ha reprochado a CiU su acuerdo con el PP y ha negado que no tuviera más opciones. “Esquerra siempre ha tenido las puertas para llegar a acuerdos”, ha afirmado el líder republicano que ha puesto en tela de juicio que la alianza vaya a suponer un ahorro de 1.200 millones de euros. “Si eso fuera verdad, que lo dudo, significarían que los recortes en salud, educación y sanidad quedan subsanados automáticamente”, ha apuntado. Uriel Bertran, de SI, ha aventurado que el pacto es "peor" que el del Majestic: “Es que es el pacto del caballo de Troya que permitirá al PP controlar la política catalana”. Y ha agregado que hoy “es un día triste” y ha mostrado su sorpresa de que CiU no haya quedado escarmentada de las consecuencias que comporta pactar con la derecha española.
También Albert Rivera, de Ciutadans, ha definido el acuerdo como “el Majestic II". “Es un "cheque en blanco al soberanismo", ha afirmado para asegurar que el pacto es un simple cambio de cromos. Rivera ha recordado que ya vaticinó el acuerdo hace un año y ha acusado al PP de venderse por “cuatro sillas”: “Ha sido una moneda de cambio para repartirse la Diputación, las alcaldías de Badalona, Barcelona, Castelldefels, por la gestión de los medios de comunicación y será moneda de cambio para la Moncloa".
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