El eurodiputado de IU considera ilegal la inmovilización de los barcos en Grecia
Los tres diputados europeos de la expedición llevarán el asunto a la Comisión y al Consejo
El eurodiputado de IU, Willy Meyer, ha asegurado esta mañana que la orden del Gobierno de Grecia de inmovilizar la Segunda Flotilla de la Libertad es “totalmente ilegal”. El diputado español sostiene que el decreto griego que bloqueó la flotilla “vulnera el derecho internacional y las normas europeas de libre circulación, además de suponer un atentado a los derechos de los ciudadanos a navegar libremente por el mar Mediterráneo”. En una rueda de prensa en la sede federal de IU en Madrid, Meyer ha explicado que el Gernika, el barco español que participa en la expedición, se encuentra en un puerto de la isla griega de Creta, bloqueado por la guardia costera.
El viernes el Ministerio griego de Protección Ciudadana emitió una orden que prohibía zarpar a los barcos de la flotilla desde sus puertos. Para ello se basaba, entre otros puntos, en un artículo del Código de Derecho Naval Público, que estipula que, "en caso de guerra o de tensión de las relaciones internacionales, el capitán tiene que obedecer las órdenes que el ministro le diera en nombre de la protección de los intereses nacionales o de la seguridad de la navegación". Las autoridades griegas también han hecho alusión al bloqueo marítimo de Israel sobre la franja palestina y a la petición del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a los Gobiernos mediterráneos de que desalentaran la iniciativa de la expedición que pretende denunciar el bloqueo.
Meyer ha asegurado que la orden gubernamental griega “se basa sobre un hecho ilegal, el bloqueo que sufre el pueblo palestino de Gaza que ha sido condenado por el Consejo de Seguridad de la ONU en 2008 y por el propio Ban Ki-moon”. Por tanto, añade, el fundamento con el que el Gobierno griego justifica esa medida, una pretendida situación de guerra o tensión bélica, “no se sostiene”, ha puntualizado.
El eurodiputado español ha anunciado que tanto él como sus dos homólogos que participan en la flotilla -una francesa de los Verdes y un irlandés de Izquierda Unitaria - instarán a la Comisión Europea y al Consejo a pronunciarse sobre la prohibición, y organizarán una audiencia pública de apoyo a la flotilla en el Parlamento Europeo. Meyer también ha apostado por llevar esta cuestión a todas las instituciones de España, desde los Ayuntamientos al Congreso nacional, a través de la acción política e institucional de Izquierda Unida.
También ha denunciado “la complicidad de la Unión Europea y del Gobierno español con Israel para impedir la llegada de la ayuda humanitaria a Gaza”. “Esa complicidad convierte a la UE en un instrumento carente de la autoridad necesaria para contribuir a la creación del Estado Palestino y al fin del conflicto árabe-israelí”, ha afirmado el eurodiputado. “Creo que la UE no se ha comportado de acuerdo al derecho internacional y somos rehenes de un Gobierno que sucumbió a todas las presiones de Israel”, sostiene el representante de IU, quien ha adelantado que emplazará al Parlamento Europeo para aclarar “esta situación excepcional”.
La quincena de activistas de Rumbo a Gaza que ha pasado la noche en la Embajada de España en Atenas permanece hoy en la legación a la espera de una respuesta del Gobierno español que les satisfaga. Hasta la fecha han intentado, sin éxito, que la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, interceda ante las autoridades griegas que mantienen retenido en Grecia el barco con el que los activistas pretendían llegar a Gaza.
Meyer ha explicado que, ante esta situación, los integrantes de la expedición humanitaria adoptarán una decisión consensuada sobre los pasos a dar, pero en ningún caso renunciarán a su objetivo de hacer llegar la ayuda humanitaria a la franja palestina. Según el eurodiputado, la flotilla va a tener que considerar "nuevas rutas" para poder llegar a Gaza, aunque, ha reconocido, no será fácil. En este momento lo que se está planteando los activistas españoles es la manera de salir del puerto de Kolimpary en Creta, donde está fondeado el Gernika, rodeado de patrulleras griegas, ha señalado. "No hay ninguna posibilidad", ha subrayado, de sacar de allí el barco porque no hay ningún capitán que se arriesgue a hacerlo sin el permiso previo de las autoridades helenas.
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