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Europa pisa el acelerador en sus inversiones en el Sur Global con los recortes globales de ayuda como telón de fondo

La iniciativa comunitaria Global Gateway, que aúna capital público y privado en infraestructuras clave en África, América Latina y el sudeste asiático, anuncia más inversiones y nuevos proyectos

Beatriz Lecumberri

“La obsesión de Europa y Estados Unidos por dominar el comercio mundial es propio de la época colonial y se acabó”. La frase es del presidente colombiano, Gustavo Petro, y la pronunció el jueves en Bruselas, junto a una decena de jefes de Estado y gobierno, 70 ministros, más de un centenar de empresarios y responsables de instituciones multilaterales. Todos reunidos bajo el paraguas del Global Gateway, una iniciativa europea lanzada en 2021 para fomentar el desarrollo de infraestructuras en el Sur Global.

Desde su creación, esta herramienta, tan geopolítica como comercial, con la que Europa afianza su presencia en África, América Latina y Asia, ha concretado decenas de proyectos con fondos públicos y privados en sectores clave como energía y tecnologías limpias, minerales críticos, transporte, electricidad, educación, alimentación y salud.

“Si logramos ver el gran potencial del sur para generar energía limpia, tenemos la oportunidad de superar la crisis climática y de lograr una industrialización sin muerte. Eso es lo que queremos“, recalcó Petro.

El Global Gateway había previsto movilizar hasta el año 2027, hasta 300.000 millones de euros en fondos públicos y privados, la mitad de ellos invertidos en proyectos africanos. “En cuatro años, ya hemos superado los 306.000 millones de euros. Y estoy seguro de que rebasaremos los 400.000 millones de euros en 2027″, se felicitó este jueves la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Durante la reunión, varios proyectos concretos recibieron un impulso financiero y político, como el corredor de Lobito, que conecta por ferrocarril la costa atlántica de Angola con las zonas mineras estratégicas de Zambia y la República Democrática del Congo.

“Es un ejemplo de soberanía, de industrialización y de unión regional”, se felicitó el presidente de la República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, recordando que el corredor triplicará la capacidad de exportación de minerales esenciales. “Pero significará mucho más que eso: creará empleos de calidad, hará más fluidos los intercambios comerciales, no solo mineros sino también agrícolas, y se reducirán las emisiones” al disminuir el número de camiones en las carreteras, citó.

Ningún país hoy, y no digamos un continente, debería estar importando el 99% de sus vacunas
Kaja Kallas, UE

También se firmaron acuerdos para acelerar la integración eléctrica regional en América Latina y el Caribe y para dotar de más medios técnicos y económicos la fabricación y acceso a vacunas en África. “Ningún país hoy, y no digamos un continente, debería estar importando el 99% de sus vacunas”, dijo Kaja Kallas, alta representante para la Política Exterior de la UE.

Global Gateway nació para contrarrestar la influencia que China ejerce en el mundo con la llamada Nueva Ruta de la Seda, una idea que se sigue asumiendo sin complejos en los pasillos de Bruselas, donde también se subraya que, a diferencia del gigante asiático, la iniciativa europea ha querido encarnar una nueva forma de cooperación, en la que Europa no lleva la batuta, y que está sustentada en valores democráticos y de sostenibilidad.

618 millones para transición energética en África

“China nos ha hecho despertar. Ellos son rápidos, eficaces, tienen dinámicas de las que podemos aprender y lo hacen todo mucho más barato”, afirma una fuente europea a este periódico. “Pero el Global Gateway presenta una visión global y una manera de trabajar a la europea. Es decir, no se trata solo de llevar 200 autobuses a una zona perdida de África y marcharte. Hay que tener, por ejemplo, un plan por si los vehículos se estropean, hay que hacer que las mujeres también los conduzcan y pensar en cómo esa mujer trabajadora, que es madre también, va a conciliar todo. Y hay que hacer eso rentable, porque si no las empresas se van”, agrega.

Global Gateway presenta una visión global y una manera de trabajar a la europea. Es decir, no se trata solo de llevar 200 autobuses a una zona perdida de África y marcharte
Fuente europea

Según esta misma fuente, el gran logro del Global Gateway es haber podido unir capital público y privado en este tipo de proyectos bilaterales o regionales muy concretos. El gran ‘pero’ de esta iniciativa es que “la UE está compuesta de 27 países” y no siempre es fácil conciliar intereses.

Esta reunión de dos días de Bruselas coincide, además, con los importantes recortes en solidaridad global, sobre todo estadounidenses, pero también europeos. Los presentes coincidieron en que Global Gateway presenta a los dirigentes, a los empresarios y a los ciudadanos un tipo de cooperación basada en los beneficios económicos y geopolíticos mutuos, algo que supera el regusto colonial y “moralizante” que durante mucho tiempo ha presidido, y a veces obstaculizado, el comercio y las inversiones.

“El Sur Global no está esperando a que nadie le salve. Ellos son líderes de sus propias soluciones”, zanjó Amina Mohammed, vicesecretaria general de la ONU.

La ayuda al desarrollo se redujo ya en 2024 un 9%, según la OCDE, que calcula que en 2025 se registrará la mayor caída de ayuda de la historia: entre el 9% y el 17%. En el caso de la salud global, esa cifra sube al 19%-33%.

Durante la reunión, Von der Leyen anunció además un paquete de 618 millones de euros para acelerar la transición energética en varios países africanos. Los fondos se emplearán, por ejemplo, para llevar electricidad a zonas rurales de Uganda, impulsar la electricidad verde en Kenia, apoyar un proyecto de energía renovable en Togo, así como un corredor regional de transmisión para responder a las necesidades de comunidades de rápido crecimiento en Mauritania.

“África tiene todo lo necesario para convertirse en líder mundial en energías limpias: visión, talento y abundantes recursos naturales”, dijo la responsable europea. Según ella, estas inversiones, son “una oportunidad estratégica” para impulsar la industria sostenible y apuntalar la resiliencia climática.

“África ofrece mercado, expansión, talento y recursos naturales esenciales para la transición verde y digital. Nuestros intereses están alineados y ha llegado el momento de transformar esto en un crecimiento mutuo duradero”, corroboró el presidente de Ruanda, Paul Kagame, cuyo país se ha convertido en un importante centro de producción de vacunas gracias a la financiación del Global Gateway.

En la reunión en Bruselas, están presentes unas 150 empresas europeas. Desde grandes compañías de telecomunicaciones, hasta pequeñas iniciativas de resiliencia climática. “Los gobiernos no pueden salvar la brecha por sí solos. El desarrollo sostenible depende de la participación del sector privado”, dijo Von der Leyen.

Más allá de intereses comerciales europeos

Global Gateway concede subvenciones, préstamos en condiciones favorables y garantías para hacer que los proyectos sean viables para las empresas, que apuestan por países e iniciativas, que de otra forma no se plantearían. Este jueves, se anunció la creación de una especie de plataforma para que las propias empresas europeas propongan sus inversiones.

“He visto el Global Gateway en acción y sería incapaz de decantarme por un proyecto concreto. Se ha logrado electrificar el transporte público en Costa Rica, hemos llevado luz a poblados de Namibia, hemos ayudado a que escuelas perdidas en Asia central tengan internet vía satélite o a que haya cables submarinos conectando continentes”, se felicitó Jozef Síkela, comisario europeo de Asociaciones Internacionales.

Pero el Global Gateway “no es una herramienta para los intereses comerciales” europeos, dijo Kallas, aludiendo a quienes critican que la iniciativa desea sobre todo favorecer a las empresas del continente en el Sur Global. “Es una elección que se apoya en una visión mundial del desarrollo sostenible a largo plazo”, insistió la responsable. “Nuestros recursos son limitados y hay que compartirlos con quien comparte nuestra visión”.

El desafío es “convertir nuestros encuentros en uniones reales”, puntualizó Petro. “Además, el sur se reúne muy poco con el sur”, lamentó también el presidente colombiano, presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Por ello, invitó a João Manuel Gonçalves Lourenço, mandatario de Angola y actualmente presidente de la Unión Africana, a celebrar una cumbre entre los dos bloques. Dentro de un mes, está previsto que se celebre en la ciudad colombiana de Santa Marta una reunión entre la UE y el bloque latinoamericano. “También propuse a Donald Trump un encuentro CELAC - EE UU, pero no aceptó”, concluyó Petro.

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Sobre la firma

Beatriz Lecumberri
Periodista especializada en información internacional. Ha sido corresponsal en Jerusalén, Caracas, Río de Janeiro y París y ha trabajado en la agencia France-Presse (AFP). Es autora del libro 'La revolución sentimental', sobre Venezuela, y codirectora del documental 'Condenadas en Gaza'. Actualmente, trabaja en la sección Planeta Futuro de EL PAÍS.
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