_
_
_
_

La llamada de socorro de África contra la mpox resulta en un goteo insuficiente de vacunas de los países ricos

El continente necesita al menos 10 millones de dosis, pero las naciones de renta alta acaparan cientos de millones que podrían frenar el brote de viruela del mono en República Democrática del Congo, según una investigación de la agencia Reuters

Viruela del mono África
Un sanitario atiende a una persona con mpox en un centro de salud de Munigi, al este de la República Democrática del Congo, el 19 de agosto.Moses Sawasawa (AP)
Raquel Seco

La llamada de auxilio que lanzó África en agosto ante la emergencia sanitaria que representa la mpox ha resultado de momento en un goteo de vacunas que han comenzado a llegar en estos días a la República Democrática del Congo (RDC): casi 100.000 dosis de la Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias de la Comisión Europea el pasado día 5, y 100.000 más, de la misma procedencia, cuya llegada está prevista para los próximos días. Estados Unidos hizo llegar 50.000 dosis a Kinshasa este martes; y Gavi, consorcio internacional para la inmunización, envió el mismo día otras 15.000. África necesita al menos 10 millones de dosis, según los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la máxima autoridad sanitaria del continente.

Pero los países ricos acaparan, todavía, cientos de millones de dosis de vacunas que podrían ayudar a combatir este brote, según una reciente investigación publicada por la agencia Reuters, basada en declaraciones públicas, documentos y estimaciones de organizaciones no gubernamentales. Países como Japón, Estados Unidos y Canadá “llevan años almacenando estas vacunas por si la viruela (...) reaparece”. Algunas de las vacunas, puntualiza la agencia, se utilizaron fuera de África en 2022, cuando la viruela se extendió por todo el mundo.

Avión con vacunas de la mpox, el pasado 5 de septiembre en el aeropuerto de Kinshasa (RDC).
Avión con vacunas de la mpox, el pasado 5 de septiembre en el aeropuerto de Kinshasa (RDC). Makangara Ciribagula Justin (Anadolu/Getty Images)

Cristina Jauset, responsable de vacunas y respuesta a epidemias de Médicos Sin Fronteras, explica a través de un audio a este diario: “Con 250.000 dosis no podemos empezar a hacer una campaña de vacunación: no tiene sentido empezar para cortar la campaña prácticamente al día siguiente”. “Es bueno que el reparto de vacunas haya comenzado, pero no son suficientes”, corrobora Katharina von Schroeder, directora de incidencia, comunicación y campañas de Save the Children en el Congo, en una conversación telefónica con este periódico desde RDC.

Las lecciones de la última pandemia corren el riesgo de haber caído en el olvido, advierten desde la OMS. “La pandemia de covid-19 ilustró la necesidad de coordinación internacional para promover el acceso equitativo a estas herramientas, de modo que puedan utilizarse con la mayor eficacia allí donde más se necesitan. Instamos a los países con reservas de vacunas y otros productos a que hagan donaciones para prevenir infecciones, detener la transmisión y salvar vidas”, afirmó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Por el momento, la comunidad internacional se ha comprometido a enviar a África 3,66 millones de dosis contra la viruela del mono, según fuentes de los CDC, incluyendo tres millones de inmunizaciones anunciadas por Japón (el mayor donante hasta ahora) o 315.000 de Team Europe, un instrumento de cooperación internacional compuesto por la UE, los Veintisiete y sus bancos de desarrollo.

“Las vacunas son inútiles en las estanterías. ¿Por qué no íbamos a hacerlas llegar a la gente que las necesita ahora mismo?”, declaró a Reuters Maria Van Kerkhove, jefa en funciones de prevención de pandemias de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según la responsable, “[el reparto de vacunas] no es una cuestión técnica, sino política”.

Desde principios de año, la RDC, epicentro de la enfermedad, ha notificado más de 4.901 casos confirmados de mpox y más de 629 muertes por esta causa. Se trata del mayor brote de esta enfermedad en el país africano, que se enfrenta a la falta de infraestructuras, escasez de recursos para el diagnóstico de la enfermedad y pobreza e inseguridad generalizadas tras un largo conflicto militar.

Una crisis sobre otra

La situación es especialmente precaria en los campamentos de desplazados —unos 6,9 millones de personas se han visto obligadas a dejar sus casas, en la que constituye una de las crisis de desplazamiento interno más graves de África—: hacinados y sin acceso frecuente a médicos, los afectados a menudo se enfrentan al estigma y al miedo al contagio. Además, muchos infectados arrastran ya una mala condición física que puede resultar en una enfermedad más grave, e incluso mortal, apunta Katharina von Schroeder, de Save the Children en RDC. “Esta es una crisis encima de otra”, resume. “Estamos viendo muchas de las muertes de niños por mpox vinculadas a la malnutrición. Esta enfermedad [la mpox] no mataría tanto en otros países”.

El aumento de las tasas de desnutrición aguda en este país ha hecho que 4,5 millones de menores de cinco años y más de 3,7 millones de embarazadas y lactantes corran un mayor riesgo de contraer y morir de mpox, según la ONG. El reparto de las vacunas para la mpox, añade Von Schroeder, se complica además por la mala comunicación por carretera dentro del país.

El brote no necesita solo de vacunación, apuntan los expertos. “Son importantes también las medidas de prevención para personal sanitario”, apunta Jauset, de Médicos Sin Fronteras, y el diagnóstico correcto de los casos. “Hay un problema para identificar casos: aproximadamente solo a un cuarto de los pacientes en RDC se les hace un test y se manda a laboratorio”, subraya.

El brote actual de mpox que se extiende por África, con una nueva variante (clado 1b), se diferencia del que produjo en Europa en el año 2022 en Europa en su forma de transmisión. Si en Europa la mayoría de contagios se producían en relaciones sexuales entre adultos, ahora, el 70% de los nuevos casos son sobre todo los niños. Aunque inicialmente se habló de una variante más peligrosa y transmisible, cada vez son más las voces de expertos que ponen en duda algunas de estas hipótesis.

Puedes seguir a Planeta Futuro en X, Facebook, Instagram y TikTok y suscribirte aquí a nuestra ‘newsletter’.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Raquel Seco
Periodista en EL PAÍS desde 2011, trabaja en la sección sobre derechos humanos y desarrollo sostenible Planeta Futuro. Antes editó en el suplemento IDEAS, coordinó el equipo de redes sociales del diario y la redacción 'online' de Brasil y trabajó en la redacción de México.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_