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Human Rights Watch acusa a Meta de censurar contenidos de apoyo a Palestina en Instagram y Facebook

La ONG estima que la empresa restringe o elimina publicaciones y comentarios de sus redes sociales de manera “sistémica y global” y pide que revise sus políticas para ser más transparente y respetar los derechos humanos y la libertad de expresión

Human Rights Watch
Una niña muestra un cartel que dice "No dejes de hablar de Palestina", durante una manifestación de solidaridad celebrada en Peshawar, en Pakistán, el 20 de diciembre de 2023.ARSHAD ARBAB (EFE)

Cuentas suspendidas, comentarios eliminados, usuarios bloqueados o publicaciones borradas por petición gubernamental. Meta está silenciando las voces palestinas y las de quienes les apoyan, “en una ola de censura sin precedentes” de contenidos en Instagram y Facebook registrada desde el 7 de octubre, cuando comenzó la guerra en Gaza, denuncia la ONG Human Rights Watch, en una investigación difundida este jueves, en la que se critica las “promesas incumplidas” de la empresa a la hora de moderar sus contenidos con transparencia y responsabilidad.

“Lo que nos ha impresionado es que es algo mundial. No se trata de activistas que manejan habitualmente el tema de Palestina. Son ciudadanos corrientes, personas preocupadas con lo que ocurre, que reaccionan a las noticias y experimentan la censura por primera vez”, declaró a este diario Deborah Brown, coautora de este informe, que se basa y complementa años de investigaciones de organizaciones palestinas e internacionales de derechos humanos y derechos digitales, en particular 7amleh, el Centro Árabe para el Avance de los Medios Sociales, y Access Now.

HRW considera que Meta está aplicando sus normas de seguridad de manera “incoherente” y eso conlleva “la eliminación errónea de contenidos sobre Palestina” y hace que muchos usuarios opten por no compartir ciertas informaciones para evitar ser bloqueados o señalados. La ONG opina que la censura es “sistémica y global” y que las restricciones de Meta son “contrarias a los derechos universales de libertad de expresión y acceso a la información”.

No se trata de activistas que manejan habitualmente el tema de Palestina. Son ciudadanos corrientes, personas preocupadas con lo que ocurre, que reaccionan a las noticias y experimentan la censura por primera vez,
Deborah Brown, HRW

Para llevar a cabo esta investigación, HRW pidió públicamente a usuarios que se habían sentido censurados al expresarse sobre Israel y Palestina que contaran su experiencia y la sustentaran con informaciones precisas. La ONG recibió y sigue recibiendo multitud de ejemplos y ha documentado más de 1.000 casos de supresión de contenidos y de restricciones importantes en Instagram y Facebook entre octubre y noviembre de 2023. Se trata de publicaciones o comentarios procedentes de unos 60 países, principalmente en inglés, con un denominador común: “la expresión pacífica de apoyo a Palestina”, en un momento en que el conflicto alcanza una intensidad desconocida y ya ha provocado más de 20.000 muertos en Gaza y unos 1.200 en Israel, tras una sangrienta incursión de milicianos del movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto en la Franja.

La ONG envió a Meta las conclusiones de esta investigación y la casa matriz de Facebook e Instagram respondió que era consciente de que las medidas que adopta durante los conflictos podrían tener consecuencias no deseadas “como limitar inadvertidamente publicaciones inofensivas o incluso útiles” y admitió que en “situaciones excepcionales la respuesta no puede ser perfecta y las personas y los sistemas cometen errores”.

Este diario contactó a Meta para saber más sobre las medidas que ha tomado para moderar sus contenidos en medio de esta crisis y la compañía remitió al blog en el que explica sus decisiones para garantizar “tanto la expresión como la seguridad” de sus usuarios desde el 7 de octubre.

Esta semana, las quejas presentadas por los usuarios lograron el Consejo de Supervisión de Meta estimara que las herramientas automatizadas de la empresa eliminaron innecesariamente dos vídeos relacionados con el conflicto entre Hamás e Israel y resaltara que el uso de estos mecanismos automáticos aumenta la probablidad de retirar “publicaciones valiosas” que sensibilizan sobre el conflicto y pueden contener pruebas de violaciones de derechos humanos. La decisión se refiere a un video en el que aparece una rehén israelí suplicando que no la maten y a otro en el que se ven niños heridos o muertos tras un bombardeo cerca del hospital Al Shifa en Gaza. Ambos han sido ya republicados por Meta.

“La decisión del Consejo confirma lo que hemos visto: hay mucha gente que ha sufrido esta censura que apela para que sus contenidos sean restaurados”, agregó Brown.

Ni banderas palestinas, ni críticas a Israel

La investigación publicada este jueves por HRW concluye que comentarios que incluían los eslóganes “Palestina libre”, “Alto el fuego ya” o “Alto al genocidio” fueron eliminados de numerosas publicaciones. También desaparecieron las frases que incluían una mera mención neutra a Hamás, una crítica al Gobierno israelí o usaban un emoji con la bandera palestina.

“Cualquier contenido que ensalce a Hamás, considerado una organización peligrosa por Meta, no está permitido en nuestras plataformas. Podemos cometer errores y por eso ofrecemos la posibilidad de que la gente apele y nos diga lo que piense que hemos hecho mal y lo examinaremos”, respondió la compañía a HRW.

Instagram y Facebook también han suspendido o desactivado permanentemente las cuentas de periodistas, activistas y medios de comunicación. La investigación cita, por ejemplo, la página en Instagram de Let’s Talk Palestine, la cuenta de la corresponsal de Mondoweiss, Leila Warah, y la página en Facebook del medio Quds News Network. El argumento usado en la mayoría de estos casos fue el incumplimiento de la norma de “organizaciones e individuos peligrosos”, que veta a quienes hacen apología de la violencia. La regla, en esencia positiva y necesaria, prohíbe, de hecho y según esta investigación, mensajes pacíficos en favor de los derechos humanos y acalla el debate sobre Israel y Palestina.

Los usuarios “pretendían denunciar la violencia, no incitarla”, subraya HRW, lamentando que, al descontextualizar el contenido y aplicar sin matices sus políticas, Meta está logrando el resultado opuesto al que persiguen sus normas.

En otros casos, Meta argumentó que ciertos contenidos borrados violaban la norma de “desnudez y actividad sexual de adultos”, pero en los casos documentados, este argumento siempre corresponde a imágenes de cadáveres palestinos en las ruinas de Gaza, que están totalmente vestidos. HRW también cita el ejemplo de un usuario de Facebook, que publicó un comentario que decía: “¿Cómo puede alguien justificar el apoyo a la matanza de bebés y civiles inocentes?”, que se eliminó en virtud de las normas comunitarias sobre “intimidación y acoso”.

Por otra parte, HRW constata que hay un doble rasero en estas restricciones. Mientras contenidos propalestinos son eliminados, otros que constituyen un discurso de odio hacia los palestinos siguen en línea. Por ejemplo, un usuario reportó un comentario que decía: “Le deseo éxito a Israel en esta guerra en la que tiene razón, espero que borre a Palestina de la faz de la tierra”. Pero Instagram concluyó que no violaba las normas de la comunidad.

La ONG también menciona una aplicación “opaca” de las excepciones a las reglas de uso de estas plataformas. Es decir, Meta permite en ocasiones publicar contenidos en favor del interés público o periodístico, aunque infrinjan sus políticas, algo que ya ha ocurrido en el caso de la guerra de Ucrania.

Además, HRW lamenta que la empresa “ceda ante las peticiones de retirada de publicaciones por parte de los gobiernos”, como por ejemplo las solicitudes emitidas por Unidad Cibernética de Israel. Este organismo, dependiente de la Fiscalía General del Estado, había emitido, según informaciones de la prensa, 9.500 solicitudes de retirada de contenido desde el 7 de octubre de 2023 y hasta el 14 de noviembre, más de la mitad de ellas a Meta. Las plataformas habrían accedido a retirar más un 90% de estas publicaciones, según las mismas fuentes. Human Rights Watch envió una carta a este organismo israelí pidiendo detalles sobre las normas que se violaban en estos comentarios, pero hasta el momento no recibió respuesta. “No eliminamos contenidos simplemente porque una entidad gubernamental lo solicite”, se defiende Meta en su respuesta a la ONG.

Abusos intensificados

Aunque esta parece ser la mayor oleada de supresión de contenidos sobre Palestina hasta la fecha, Meta ya ha restringido o vetado este tipo de informaciones en el pasado, según HRW. En 2021, cuando Israel ordenó el desalojo de familias palestinas del barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este, hubo una ola de censura contra personas que criticaron en las redes sociales estas expulsiones y abusos. En ese momento, HRW publicó un informe, documentando estas restricciones y advirtiendo de que Meta estaba “silenciando a muchas personas de forma arbitraria y sin explicación”.

Meta no ha cumplido sus promesas y los patrones de abusos del pasado no solo se repiten, sino que se intensifican.
HRW

En respuesta, Meta encargó una investigación independiente sobre sus políticas de moderación de contenidos en árabe y hebreo en Facebook y el funcionamiento de sus dispositivos automáticos de control. Este estudio concluyó que “las políticas de la empresa “parecen haber tenido un impacto negativo sobre el derecho a la libertad de expresión de los usuarios palestinos”. Meta asumió varios compromisos en aquel momento, pero lo ocurrido desde el 7 de octubre muestra que “no ha cumplido sus promesas y los patrones de abusos del pasado no solo se repiten, sino que se intensifican”, afirma HRW.

“Esperamos seguir haciendo presión sobre Meta para que ponga en práctica algunas de las recomendaciones que ya ha recibido y que sea más transparente con los usuarios, con la gente afectada por sus decisiones. Esto no es nuevo. Estamos solo sumando nuestra voz a la de organizaciones, palestinas e internacionales, que instan a Meta a respetar los derechos humanos y la libertad de expresión sobre temas relacionados con Palestina”, explica Brown.

Entre otros, HRW insta a Meta “a revisar sus reglas de organizaciones e individuos peligrosos para que se ajuste a las normas internacionales de derechos humanos”, a mejorar la transparencia sobre las solicitudes de los gobiernos para eliminar contenidos y a examinar el uso de algoritmos automáticos para moderar el contenido relacionado con Palestina.

La ONG enmarca su investigación en un contexto global de “crisis y polarización”. La ONG resalta que desde el 7 de octubre, artistas, académicos, periodistas, activistas y simples ciudadanos con discursos propalestinos han sufrido intentos de silenciamiento, intimidación por parte de diversos Gobiernos e instituciones privadas. También recuerda que en varios países, como Francia, Alemania, Austria, Suiza o Hungría, se han intentado restringir las manifestaciones de apoyo a Palestina. “Las tácticas punitivas contra quienes expresan solidaridad con los palestinos o critican los crímenes de guerra israelíes en Gaza plantean serios desafíos a la libertad de expresión”, lamenta la ONG.

Por su parte, en Israel, el Parlamento aprobó en noviembre una enmienda a la Ley Antiterrorista de 2016 que tipifica como delito el “consumo de material terrorista”. Adalah, una organización israelí de derechos humanos, considera que esta disposición “invade el ámbito de los pensamientos y creencias personales y amplía significativamente la vigilancia estatal del uso de las redes sociales”. La entidad ha documentado, entre el 7 de octubre de 2023 y el 13 de noviembre de 2023, un total de 251 casos en los que se ha detenido, amonestado o interrogado a personas en Israel por actos que vulnerarían el derecho a la libertad de expresión.

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