Sociedades pantalla en Indonesia, el truco para seguir vendiendo aceite de palma de zonas deforestadas, según una investigación periodística
‘The Gecko Project’ asegura que varias multinacionales siguieron usando este producto de First Resources, un proveedor supuestamente sostenible acusado de talar 95.000 hectáreas de bosque en el último lustro
Las sociedades pantalla en paraísos fiscales no solo sirven para que grandes empresas y millonarios pasen de pagar impuestos. O para que los delincuentes oficiales escondan el dinero de sus actividades ilegales. También son la fórmula perfecta para hacer pasar por sostenibles productos que no lo son.
Esto es precisamente de lo que una investigación periodística acusa al grupo empresarial First Resources. Según el colectivo de periodistas sin ánimo de lucro The Gecko Project, a pesar de comprometerse a acatar una política de cero deforestación, esta empresa fue supuestamente responsable de talar 95.000 hectáreas de bosques en Indonesia (casi 15 veces el tamaño de la isla neoyorkina de Manhattan, o dos veces la superficie del español Parque Nacional de Doñana) desde 2018. El objetivo: producir aceite de palma mediante sociedades interpuestas y empresas pantalla.
El trabajo periodístico encontró pruebas que apuntan a una relación de control entre First Resources y tres compañías supuestamente independientes tras revisar documentos de propiedad y entrevistar a 14 personas que entre 2011 y 2022 trabajaron para ellas. Conocidos por figurar entre los más ricos de Indonesia, los dueños de First Resources, la familia Fangiono, son acusados de ser los productores de aceite de palma con mayor superficie deforestada del sudeste asiático en el último lustro, cuando ya habían firmado un compromiso de cero deforestación. First Resources negó tener ningún tipo de relación con las tres empresas por correo electrónico a uno de los medios socios de la investigación periodística, Süddeutsche Zeitung.
El compromiso de deforestación de First Resources tenía como objetivo, según los investigadores, seguir vendiendo su aceite a gigantes como PepsiCo y Procter & Gamble. La investigación sostiene que, mientras aseguraba cumplir con los criterios del RSPO (un organismo creado en 2004 por la industria para avanzar en la sostenibilidad de los cultivos), First Resources ampliaba sus plantaciones arrasando bosques y violando los derechos de comunidades indígenas mediante tres empresas bajo el control de la misma familia: Ciliandry Andy Abadi (CAA); FAP Agri (antes conocida como Fangiono Agri Plantation); y New Borneo Agri.
Aunque la deforestación ilegal para plantar palmas en Indonesia ha caído en picado por la presión de los consumidores y por la política gubernamental, cada vez hay más pruebas de productoras de madera y de aceite de palma que tratan de eludir las restricciones de sostenibilidad que dicen acatar con la creación de empresas fantasma. En los casos más sencillos, distintos miembros de una misma familia se hacen cargo de empresas supuestamente independientes que en verdad responden a un solo control. En otros, se oculta el nombre del beneficiario real creando sociedades en jurisdicciones off shore (paraísos fiscales), el método clásico de la corrupción y la evasión fiscal.
La respuesta de las empresas
Este diario pudo revisar las evidencias con las que The Gecko Project fundamentó sus conclusiones y acceder al informe que en 2018 publicó la ONG ecologista Greenpeace, donde también se aportaban pruebas que señalaban a First Resources como responsable de las deforestadoras CAA y Fap Agri. La exhaustiva investigación de The Gecko Project confirmó los hallazgos denunciados por Greenpeace y amplió, con documentación y testimonios que obtuvo, el listado de empresas controladas por la familia de First Resources con New Borneo Agri (ex Grupo Sulaidy).
Llama la atención las distintas reacciones que aquel informe de 2018 de Greenpeace desató en las empresas de alimentación y cosmética, principales consumidoras de aceite de palma. Mientras multinacionales como el gigante Unilever comunicaban que dejarían de comprar a First Resources y a sus filiales, otros grupos como Danone, Bimbo, Colgate-Palmolive, Procter & Gamble, PepsiCo, o Cargill aún tenían en sus inventarios los productos del grupo indonesio años después, de acuerdo con los registros que ellas mismas publicaban.
Aunque la deforestación ilegal para plantar palmas en Indonesia ha caído en picado por la presión de los consumidores y por la política gubernamental, cada vez hay más pruebas de empresas que tratan de eludir las restricciones de sostenibilidad que dicen acatar
En el comunicado enviado por Danone a EL PAÍS se dice que First Resources no es un proveedor del grupo. Lo que no se explica directamente es por qué el aceite de palma de la empresa indonesia sí aparecía en los registros de Danone de forma intermitente en los últimos años, pero incluye una frase final que podría servir de respuesta: “Nunca hemos tenido una relación directa con ninguna de las entidades mencionadas, pero creemos que en el pasado algunos de nuestros proveedores se han aprovisionado con ellas”. La compañía añade que se toman “muy en serio las alegaciones” de la investigación y que examinarán de cerca la información “para determinar si es necesario tomar nuevas acciones”.
Las empresas Procter & Gamble y PepsiCo, también clientes de First Resources, no respondieron a la petición de comentarios enviada por The Gecko Project. En Colgate, como en Danone, dijeron no tener relación directa con First Resources y admitieron abastecerse con proveedores que sí compraban a la empresa indonesia. . El nombre de First Resources aparece en los registros que las propias Danone, Colgate y Procter & Gamble hacen públicos.
El Grupo Bimbo no respondió a ninguna de las peticiones de comentarios que EL PAÍS le envió por correo electrónico. El gigante estadounidense Cargill es uno de esos grandes intermediarios con el que tanto Danone como Colgate trabajan, y First Resources ha seguido apareciendo todos estos años en sus registros públicos. Consultada por The Gecko Project, una portavoz de Cargill respondió en un tono similar al de las otras empresas: se tomaban muy en serio las alegaciones y comenzarían una investigación que podría llevar, de confirmarse las acusaciones, a terminar toda relación comercial con First Resources.
Una investigación abierta
Casi todas las empresas esgrimen en su defensa la adhesión al RSPO, el organismo creado por la industria para velar por la sostenibilidad de los cultivos de aceite de palma y arbitrar en caso de denuncias. Según la investigación de The Gecko Project, el RSPO recibió en 2021 la denuncia en la que se acusaba a First Resources de controlar a CAA y a FAP Agri, pero pasó dos años sin tomar una decisión al respecto. El RSPO ha abierto finalmente una investigación. Aunque no quiso dar detalles sobre el castigo que podría imponerle a First Resources si era hallada culpable, las reglas generales del organismo exigen el pago de una suma considerable por la deforestación, además de posibles responsabilidades por las amenazas y detenciones a miembros de comunidades indígenas, cuyas tierras fueron tomadas sin su consentimiento.
Los autores de la investigación de The Gecko Project creen que el caso de First Resources podría ser un primer paso hacia el reconocimiento de prácticas nefastas que se deben perseguir. Muchas de las empresas familiares que dominan los sectores de la madera y del aceite de palma en Indonesia han sido acusadas de gestionar extensas redes en la sombra, mientras siguen formando parte de programas de sostenibilidad. Según Angus MacInnes, investigador de la ONG por la conservación de los bosques Forest Peoples Programme, son las empresas que compran a esos productores las que tienen que desempeñar un “papel más proactivo” investigando sus redes de sociedades fantasma. “Quizá les preocupe lo que puedan encontrar”, comenta.
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