Sherine Tadros, de la guerra a los pasillos de la ONU: “Las ONG hacemos que las cosas no empeoren”
La directora adjunta de Amnistía Internacional para Naciones Unidas cuenta en un libro autobiográfico que acaba de publicar su transición de corresponsal en Oriente Próximo a activista en Nueva York
Cuando en 2008 Sherine Tadros (Londres, 43 años) se hizo a la idea de que ella y su compañero serían los únicos periodistas internacionales en la Franja de Gaza el tiempo que durara la ofensiva de Israel, un único pensamiento rondaba en su cabeza: “Me obsesioné con la idea de que en mi lugar debería estar otra periodista con más experiencia”. Era 26 de diciembre y uno de sus primeros trabajos con la cadena catarí Al Jazeera. Había entrado en este enclave palestino para pasar 24 horas, pero el alto el fuego entre el movimiento islamista palestino Hamás e Israel se rompió, se reanudaron los bombardeos y se cerraron los dos pasos fronterizos que permiten la entrada y salida de personas. No tuvo mucho tiempo para ahondar en sus dudas. “Hice mis tomas en vivo y conté la vida de los residentes de Gaza, mujeres, jóvenes, niños”, agrega.
Después de aquellos inicios vinieron 10 años de coberturas periodísticas en las que siempre se interesó por las personas, con nombre y apellido: una corresponsalía en Jerusalén, la primavera árabe en Egipto y los conflictos en Irak, Siria y Yemen. “No me sentía realizada. No quería solo exponer lo que ocurría, sino asegurarme de que a la persona a la que había entrevistado le podía mejorar la vida. Quería seguir la historia y rendir cuentas”, explica a este diario en Londres, poco después de la publicación de su autobiografía Taking Sides (editorial Scribe), por ahora únicamente en inglés. En su libro y en este encuentro, Tadros reflexiona sobre los límites de la profesión, la neutralidad y la frontera entre el activismo y el reporterismo. “El papel del periodismo es fundamental a la hora de exponer la injusticia y los crímenes, pero acaba ahí, porque ese es su mandato. Yo ahora tengo otro papel que desempeñar”, explica.
El papel del periodismo es fundamental a la hora de exponer la injusticia y los crímenes, pero acaba ahí, porque ese es su mandato. Yo ahora tengo otro papel que desempeñarSherine Tadros, Amnistía Internacional
Desde hace seis años, esta excorresponsal, nacida en Inglaterra y de ascendencia egipcia, representa a Amnistía Internacional en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, donde la organización es un órgano consultivo. Tadros reconoce que al principio se perdía por los pasillos y no conocía los acrónimos. “Naciones Unidas es un entorno muy aséptico, hablan de guerras como Siria o Yemen, pero muchas veces no le ponen cara. Eso es lo que aportamos los activistas que hemos trabajado en el terreno: algo de realidad”, explica.
Su trabajo es hacer presión con los diplomáticos y políticos para poner los derechos humanos y las crisis humanitarias en primera línea. “A veces pasa desapercibido, pero las ONG hacemos que las cosas no empeoren. ”, resume. Su trabajo ya no tiene la adrenalina a la que estaba acostumbrada y es, según ella, “una carrera de fondo, nada atractiva pero muy necesaria”. Por ejemplo, hacer campaña para modificar una expresión o una pequeña cláusula en una resolución internacional puede llevar meses, pero es crucial para evitar que se violen los derechos humanos una vez que el texto se interprete en los respectivos países. Un párrafo en principio inofensivo sobre la defensa de los “valores familiares” se puede usar para limitar los derechos reproductivos de las mujeres en algunos Estados, cita Tadros. “Es que pasan tantas cosas, hay tantos ataques...”, suspira.
La experiodista también trabaja en algunos casos relacionados con la región que mejor conoce, Oriente Medio, e impulsa, por ejemplo, la creación de un mecanismo internacional —junto con otras organizaciones como Human Rights Watch— para buscar e identificar a más de 100.000 personas en paradero desconocido en Siria desde el inicio de la guerra en 2011. O alerta a los mandatarios que pisan la ONU sobre la situación en Egipto, donde esta mujer fue testigo de primera mano del deterioro de las libertades. “Egipto tiene decenas de miles de presos políticos”, asegura. “Y, lejos de ser considerado un Estado paria, sigue siendo un aliado clave para la comunidad internacional en ciertos asuntos, como la seguridad de la región”, agrega.
Todos tenemos un papel que jugar, está en nuestras manos ser parte activa del cambio o ser espectadores.Sherine Tadros, Amnistía Internacional
Tadros no oculta su indignación ante el olvido internacional frente a ciertos temas, ante la falta de contexto y la celeridad con la que se intentan explicar algunas noticias en la prensa, y lamenta que “no se persiga lo suficiente a los Estados que incumplen el derecho internacional”. “La represión a la minoría uigur la región china de Xinjiang no recibe la suficiente atención. ¿En qué mundo no se habla de eso a diario y no se detiene?”, se pregunta. “Hay una falta de liderazgo tremenda, es lo que más me preocupa. No sé cómo hemos llegado a esta situación en la que no tenemos líderes con cierta altura de miras que vayan más allá de su propia supervivencia política”, agrega.
Pero si en su vida de periodista sentía que había tocado fondo, en su actual trabajo la motivación sigue intacta. “Trabajo con defensores de los derechos humanos que han dado su vida, su libertad, su tiempo... Y si van a pasar los mejores años de sus vidas en la cárcel por proteger un derecho de otras personas, entonces lo mínimo que puedo hacer yo es levantarme de la cama por la mañana e ir a trabajar”. Sus memorias son una llamada a la acción, a estar alerta. “Todos tenemos un papel que desempeñar, está en nuestras manos ser parte activa del cambio o ser espectadores. Seas quien seas, si ves que algo no es justo, puedes intentar mejorarlo. Un pequeño acto puede cambiar las cosas”, asegura.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aquí a nuestra ‘newsletter’.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
El mérito es suyo, ¿y solo suyo?
Cómo prevenir crisis humanitarias
Archivado En
- Cooperación y desarrollo
- Periodismo
- Investigación antiterrorista
- Pobreza
- Pobreza infantil
- Desarrollo humano
- Agenda 2030
- Agenda Post-2015
- Corresponsales
- Franja Gaza
- Israel
- Oriente medio
- Palestina
- Periodistas
- ONU
- Amnistía Internacional
- Activismo
- Derechos humanos
- Lobby
- Nueva York
- Al Jazeera
- Egipto
- Libros
- Autobiografías
- Diplomacia