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¿Puede el diseño de una página web excluir a personas con discapacidad?

Una investigación pionera prueba que sí. Ha identificado más de 700.000 trabas de acceso al contenido en internet para invidentes, personas con problemas auditivos o para el uso del ratón de casi un centenar de páginas de servicios públicos de Mozambique y propone soluciones para solventarlos

Una ilustración sobre los problemas de accesibilidad en internet.
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Carlos Bajo Erro

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¿Qué pasa cuando la página web de un banco no es accesible a todos los usuarios? ¿Y si un portal de empleo es el primero en descartar a algunos candidatos? ¿Qué supone que los obstáculos afectan a las páginas gubernamentales? “El Gobierno utiliza internet para difundir diferentes informaciones, para favorecer la participación cívica de los ciudadanos y para mejorar el acceso a los servicios públicos”, explica Amílcar Paco, un ingeniero de datos del Forum de Asociaciones de Mozambique de Personas con Discapacidad (FAMOD). “Por lo tanto, las personas con ciertas características están limitadas en el acceso a esa información. Es paradójico porque es el propio Gobierno el que promueve la ley de acceso a la información, pero sus páginas web, donde difunden la misma ley, no es accesible para las personas con discapacidad”, cuenta el que ha desarrollado una investigación pionera, no solo en Mozambique sino en todo el continente, sobre la accesibilidad a la web de las personas con diversidad funcional en el país.

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El estudio, desarrollado por el FAMOD con la colaboración de la organización Data4Change y con el apoyo de CIPESA, ha arrojado datos reveladores sobre el acceso a internet en Mozambique. Cada una de las páginas únicas que se han revisado contenía 38 obstáculos, un total de 700.000 trabas al acceso a los contenidos que albergaban los 90 sitios web analizados. Entre esa selección de dominios se encuentran algunos de los espacios digitales más importantes centrados en servicios gubernamentales, portales de comercio en línea, banca electrónica y noticias, fundamentalmente, de información sobre salud. Esos resultados llevan a los autores del informe a considerar que es necesario tomar medidas de manera inmediata, tanto desde la sensibilización como desde la adopción de leyes.

Tener un contraste de color bajo en tu sitio web es como quedarse mudo. La gente no sabrá lo que estás tratando de decirles
Amílcar Paco, el responsable del estudio desde el equipo de FAMOD

Paradójicamente, muchos de esos problemas son muy fáciles de resolver, pero suponen obstáculos insalvables para las personas con determinadas discapacidades. “Creo que son el resultado de la ignorancia y la falta de conciencia. La gente simplemente no sabe que debe seguir una norma al desarrollar sus sitios web, por ejemplo las Pautas de Accesibilidad para el Contenido Web (WCAG, por las siglas en inglés). No son conscientes de que excluyen a un gran número de personas cuando desarrollan un sitio web y no comprueban el problema de la accesibilidad”, se lamenta Amílcar Paco, el responsable del estudio desde el equipo de FAMOD.

La más común de estas trabas es la falta de contraste entre el color de los textos y el del fondo. “Esto excluye a las personas con visión limitada o insuficiente. Tener un contraste de color bajo en tu sitio web es como quedarse mudo. La gente no sabrá lo que estás tratando de decirles”, señala el informe que en todo momento está formulado como un intento de mover al cambio. La investigación identifica las cinco deficiencias de accesibilidad más habituales, que se completan con la falta de etiquetas en los elementos de página web, una operación vinculada directamente a la estructura y la codificación; los enlaces inactivos; las imágenes sin descripciones textuales; y los elementos interactivos sin textos alternativos, es decir, sin explicaciones claras. La mayor parte de estos inconvenientes dificultan, por ejemplo, el funcionamiento de los lectores de pantalla que a menudo usan las personas invidentes y que convierten las webs en texto leído o a los mecanismos que, por cuestiones de movilidad no pueden manejar ratones.

Este trabajo pretende ser pedagógico y práctico. Trata de trasladar a la mayoría de las personas cómo vive la navegación con estos problemas de accesibilidad una persona invidente o que tenga alguna dificultad para utilizar un ratón. Textos sin estructura ni signos de puntuación o provocadoras llamadas a pinchar en un enlace que no existe, espacios de un color plano en vez de fotos o formularios en los que es imposible saber cuáles son las posibles respuestas son algunos de los mecanismos con los que se intenta transmitir la experiencia de personas con discapacidad.

Textos sin signos de puntuación o provocadoras llamadas a pinchar en un enlace que no existe o espacios de un color plano en vez de fotos son algunos de los mecanismos con los que se intenta transmitir la experiencia de personas con alguna discapacidad

La investigación ha dejado al descubierto la situación en Mozambique, que es muy probable que no sea muy distinta del resto de sus vecinos. “No tengo elementos para saber cuál es la situación en otros países (no se han hecho análisis similares). Pero en la mayor parte de los países del entorno no hay leyes específicas para la accesibilidad en los sitios web”, apunta Amílcar Paco.

“Los resultados son sorprendentes”, reconoce el ingeniero, quien además da la clave del alcance y el calado de estas dificultades y de la importancia de ser conscientes de las consecuencias de estos fallos: “Entre los sitios web con peores resultados se encuentra, por ejemplo, una web de ofertas de empleo. Resulta que las organizaciones que luchan por la inclusión y por los derechos humanos publican sus vacantes en esta misma web. Esta evidencia genera una polémica, porque esas organizaciones, inconscientemente, ya están excluyendo a un gran número de personas por los problemas de la web”. Y las consecuencias son inmediatas. “La gente acaba renunciando a presentarse a una oferta de empleo porque el sitio web no está preparado”, sentencia.

El análisis se presenta de una forma dinámica a través de un espacio que pone el acento en el trabajo por la accesibilidad a través de la sensibilización y la toma de conciencia. Además de detectar los principales obstáculos, los impulsores del proyecto ofrecen recursos sencillos para solucionarlos, desde guías digitales hasta trucos que se pueden utilizar en el desarrollo de páginas web. “Los creadores de contenidos, diseñadores y desarrolladores tienen una responsabilidad en este asunto. Ellos son los que crean los sitios web, por lo que deben asegurarse de que sean accesibles”, justifica.

“Los institutos, las universidades y otros centros de enseñanza deberían incluir la accesibilidad de los sitios web en sus currículos formativos de programación web. Otra posible solución sería ajustar el sistema para que las empresas contraten solo a desarrolladores de este perfil”.

El proyecto en el que se enmarca esta investigación incluye otros materiales. “El método automatizado que utilizamos (una aplicación de código abierto conocida como axe-core) para recopilar estos datos solo puede detectar una pequeña proporción de los obstáculos de accesibilidad”, señala el informe, que se refiere, entre otras cuestiones, el hecho de que el propio contenido sea claro y comprensible, por ejemplo. Entre estos otros contenidos hay un provocador cuestionario destinado a creadores de contenido que intenta poner de manifiesto hasta qué punto, muchas de sus decisiones son inconscientes, al mismo tiempo que les ofrece sencillas soluciones. Se pueden encontrar además una buena cantidad de recursos para mejorar la accesibilidad, a modo de caja de herramientas, desde tutoriales hasta guías para diferentes profesionales del mundo de la web.

En su toma de posición, el responsable de este estudio pionero apuesta por diferentes enfoques: “Como organización, por supuesto, creemos que debe impulsarse la redacción de una ley de accesibilidad web. Pero individualmente apostaría por crear una comunidad de profesionales vinculados al ámbito de la accesibilidad en las TIC. Esta comunidad trabajaría en centros de formación para incorporar esta materia como objeto de estudio y probar nuevas páginas web del Gobierno, entre otras acciones”. Así es como demuestra que para él la mayor importancia recae en la concienciación, sobre todo, porque los impactos de mejorar las condiciones de accesibilidad son diversos: “No se limita solo a las personas con discapacidad. La accesibilidad resuelve problemas para todos, con o sin discapacidad, porque incluso los que tienen una vista y un oído perfectos han agradecido alguna vez los subtítulos”.

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Sobre la firma

Carlos Bajo Erro
Licenciado en Periodismo (UN), máster en Culturas y Desarrollo en África (URV) y realizando un doctorando en Comunicación y Relaciones Internacionales (URLl). Se dedica al periodismo, a la investigación social, a la docencia y a la consultoría en comunicación para organizaciones sociales.

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