Ir al contenido
_
_
_
_
columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El lado correcto de la historia

Es asombroso que Hamás estuviera evaluando la propuesta de Trump y parte de la izquierda española ya hubiera decidido que estaba en contra

Daniel Gascón

El Gobierno está en el lado correcto de la historia y el lado correcto de la historia es en el que está el Gobierno. Es un lugar concurrido. En septiembre Abascal declaró que Vox estaba en el lado bueno de la historia y la lista que se puede hacer es casi infinita. Cualquiera diría que la historia no tiene un lado malo, lo que me hace pensar en el fotógrafo de un pueblo de Teruel que decía hace casi un siglo: “Póngase de perfil, que le voy a sacar dos orejas como dos abadejos”.

El fin de la matanza en Gaza y la liberación de los rehenes caerían en el lado bueno de la historia, pero han sido posibilitados por un actor desagradable. Con sus numerosos defectos, el plan ofrece un alivio. Es asombroso que Hamás estuviera evaluando la propuesta y parte de la izquierda española ya hubiera decidido que ellos estaban en contra.

Defender el derecho al aborto también se presenta como estar en el lado bueno de la historia (aunque otros piensan lo contrario). Aprovechando la torpeza del alcalde de Madrid, el enfrentamiento simbiótico con Isabel Díaz Ayuso y que la interrupción voluntaria del embarazo genera división en la derecha, el Gobierno ha propuesto una reforma constitucional para “blindar el derecho al aborto”. Los motivos son oportunistas, pero en política eso ocurre a menudo y sabemos lo que nos dirían: cualquier momento es bueno para ponerse del lado bueno de la historia. La reforma, como han explicado Miguel Presno Linera, Ana Carmona o Germán Teruel, podría acabar rebajando la protección de las mujeres que deseen abortar. La idea del Gobierno es reconocer el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo a través del artículo 43 de la Constitución, que no regula derechos fundamentales sino “principios rectores de la política social y económica”. Según ha explicado Presno Linera, sería más sencillo después volver a una legislación más restrictiva: no haría falta una ley orgánica sino ordinaria y resultaría más difícil recurrir en amparo al Tribunal Constitucional. La estructura del argumento es tan repetida que parece una secuela de Marvel: motivos espurios, feminismo como pretexto, argucia legal y resultado contraproducente.

La defensa de la democracia frente a la tiranía encaja en cualquier definición de lo que es estar en el lado bueno de la historia; apoyar esa defensa también. Es lo que pensó el Comité del Nobel de la Paz al distinguir a la venezolana María Corina Machado. El Gobierno español no ha encontrado tiempo para felicitarla. El lado bueno de la historia es solo propaganda. Como recuerda el ensayista David Rieff, la historia no tiene una opinión. Somos nosotros quienes podemos tenerla.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Daniel Gascón
Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) estudió Filología Inglesa y Filología Hispánica. Es editor responsable de Letras Libres España. Ha publicado el ensayo 'El golpe posmoderno' (Debate) y las novelas 'Un hipster en la España vacía' y 'La muerte del hipster' (Literatura Random House).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_