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Columna
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Feijóo y Ayuso sacan la flota de arrastre

¿Nadie puede cambiar las redes de nuestros políticos para que dejen fuera lo que no deberían pescar? Lo digo por su propio bien

Berna González Harbour
Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso en el Día de la Constitución, el pasado día 6.
Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso en el Día de la Constitución, el pasado día 6.Claudio Álvarez

La flota de arrastre tendrá más difícil salir a faenar y necesitará las redes apropiadas para pescar peces grandes mientras deja vivir a los que deben crecer y garantizar la reposición en el Mediterráneo. Lo hemos entendido. El acuerdo alcanzado esta semana en Bruselas fue bien explicado. Tan bien, que aterriza como metáfora perfecta para la otra pesca de arrastre, la que practican hoy quienes sacan estos días las redes a lo bruto para capturar lo que caiga. Aquí no hay medida y ojalá la hubiera.

Hay tres ejemplos dignos de llevar a un imaginario tribunal de sostenibilidad del medio ambiente político, que está más descuidado aún que el de nuestros mares. La basura nos acompaña aquí hasta el plato.

El líder popular, Núñez Feijóo, espetó esta semana en sede parlamentaria al presidente del Gobierno que este año tendrá “dos imputados en su mesa de Navidad”. La intrusión grosera en su privacidad, el mal agüero, el dedo en el ojo que decidió practicar el gallego no fue siquiera celebrada en sus filas, que guardaron silencio en la pausa dramática. La presunción de inocencia es la que faltará a esa cena.

También sacó la red más basta de la colección Míriam Nogueras, la portavoz parlamentaria de Junts, cuando exigió a Sánchez “mover el culo” para cumplir con los catalanes. A lo que el ministro Ángel Torres respondió que el Gobierno no ha dejado de moverlo. El culo. Gran nivel.

El tercer episodio de pesca de arrastre a lo bruto ha sido el de la presidenta Ayuso, que atribuyó a Franco la existencia de Pedro Sánchez, sin que sepamos si debemos agradecer al dictador un gobierno socialista o culparle de ello: “Sin Franco, Pedro Sánchez no es nada ni nadie”, aseguró.

La política desciende cada día más peldaños en respeto y educación, antes aún de que se ilumine el espejo que supondrá Trump y que, a partir del 20 de enero, irradiará vulgaridad a todo el mundo desde el trono más poderoso del mundo.

El ministro Luis Planas ha prometido ayudas para que los pescadores puedan cambiar sus redes y adaptarse a esas mallas de 45 milímetros para la pesca costera y 50 para las aguas profundas. Hay que salvar a los peces. Y una se pregunta: ¿Nadie puede cambiar las mallas de nuestros políticos para que sus redes dejen fuera lo que no deberían pescar? ¿Tanto en la costa como en la profundidad? La explotación sostenible no solo debería alcanzar al Mediterráneo, sino al clima político de nuestro país. Lo digo por su propio bien.

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Sobre la firma

Berna González Harbour
Presenta ¿Qué estás leyendo?, el podcast de libros de EL PAÍS. Escribe en Cultura y en Babelia. Es columnista en Opinión y analista de ‘Hoy por Hoy’. Ha sido enviada en zonas en conflicto, corresponsal en Moscú y subdirectora en varias áreas. Premio Dashiell Hammett por 'El sueño de la razón', su último libro es ‘Goya en el país de los garrotazos’.
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