Motivo de celebración

Daniela tiene 14 años y acaba de terminar la primera fase del tratamiento contra un tumor cerebral agresivo. Volvía de su viaje de fin de curso, en el que estuvo en un parque de atracciones. El dolor de cabeza que tenía no era de un latigazo cervical. El MIR que la vio de madrugada en su ciudad, Salamanca, lo acertó rápido. Entonces se desencadenó un engranaje perfecto: ingreso, análisis, diagnóstico y tratamiento. Equipo multidisciplinar entre su ciudad, Barcelona y Madrid. Había que conjugar quimio en pastillas con una nueva tecnología radiológica: la protonterapia. No hay máquina en la Seguridad Social, así que activan una colaboración con la sanidad privada. En paralelo, respaldo de psicólogos para la niña, su hermano y sus padres. Ha terminado su sesión 30ª. La analítica va muy bien. El Sistema Nacional de Salud funciona. Gracias a todos los hospitales, equipos y personas que están ayudando a Daniela y a su familia.

Elvis Santos Sierra. Madrid

No entiendo

No sé qué tienen las personas de África para que se les llame invasoras y no a las de Ucrania y Venezuela que llegaron antes y a las que acogimos solidariamente. No entiendo que a algunos les limpie la casa una persona a la que luego denigran. No entiendo que los problemas de falta de oportunidades se paguen con el más necesitado, hasta el punto de criminalizar a menores sin familia. No entiendo que a mis vecinos se les señale y se diga que mi barrio es un estercolero multicultural. No podemos tolerar ni un discurso de odio más. Es inhumano, injusto y, sobre todo, insolidario. Lo contrario a la sociedad española. Nosotros también hemos emigrado cuando lo hemos necesitado.

Gonzalo Matías de Lara. Madrid

Bienvenido, septiembre

Hoy ha amanecido soleado. Me ha sorprendido una máxima de 27°. Las noticias son las mismas desde hace varios días (años): inmigración, vivienda, auge de la ultraderecha, población descontenta por sueldos o nivel de vida, políticos que se muestran las vergüenzas entre ellos... Se oye un gallo a lo lejos. Septiembre se presenta, como cada año, como un pavo real que abre su cola seductora e invita a un curso nuevo de esperanzas, en playas que no cierran nunca; solo se visten con otros ropajes. Que no nos falten. Dijo Fernán Gómez: sobre los mares de la angustia, camina por la cuerda floja un hombre vestido de colores. Pues ya está; me creo la promesa del pavo. Por qué no. Bienvenido, septiembre.

Fe Pinal Lorenzo. Santiago de Compostela

Un tesoro ignoto

“¿Soria, qué narices hay en Soria?”, pensé cuando se me presentó la oportunidad de participar en el Campus Nacional de Profundización Científica. Probablemente, esa fue la reacción de los otros 39 asistentes. Soria es uno de los últimos destinos vacacionales del turismo nacional, y no por falta de patrimonio artístico y natural, sino por desconocimiento. Desde la bella laguna Negra hasta sus innumerables iglesias, la Soria querida de Antonio Machado alberga un tesoro inigualable, que aguarda tímido, acurrucado, esperando a ser descubierto y conocido por todos.

Fernando Juez Pozo. Badajoz