La ilusión por Kamala Harris
Los lectores escriben sobre la carrera electoral en Estados Unidos, el odio en las redes sociales, el turismo, las recetas de cocina y el cierre de los quioscos
Kamala Harris ya es la candidata oficial para las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. Felicito al Partido Demócrata por intentar evitar, con cierta demora, el desastre que hubiera supuesto mantener a Joe Biden en la carrera electoral frente al inefable, nefasto y peligroso Donald Trump. Sin embargo, admito ciertas dudas e incredulidad en el triunfo de Harris. Creo que lo tiene muy difícil a pesar de la ilusión y esperanza que ha originado su elección. El hándicap principal es obvio; y no me refiero al color de su piel, algo ya superado en su día por Barack Obama, sino al hecho de ser mujer. Ojalá, y pese a mis dudas razonables, consiga ser la primera presidenta de Estados Unidos y, sobre todo, aleje para siempre el abominable retorno de Trump a la Casa Blanca. El mundo entero se lo agradecería.
Tomás M. Serna. Alcobendas (Madrid)
Nombres y apellidos
Coincido plenamente con la opinión del fiscal para los delitos de odio sobre la conveniencia de poner fin al anonimato en las redes sociales. Libertad de opinión y de expresión claramente sí, pero quien quiera participar en debates públicos, que se desmarque del rebaño y lo haga con su nombre y apellidos. Y no se trata tanto de perseguir posibles conductas penales como que cualquier intervención con repercusión pública tenga su correspondiente coste reputacional. Más que de orden público es ya una cuestión de salud pública.
Miguel Ángel Cuevas Cosío. Sancibrián (Cantabria)
Turistas nostálgicos
Estos días de verano hay gente que echa de menos esos encantadores pueblitos de pescadores junto a la costa, sin hoteles ni turistas. Esos pueblitos de montaña de difícil acceso, sin alojamientos rurales ni museos de artesanía. Esos pueblitos pobres que no conocieron y que nunca hubieran visitado por su falta de oferta turística.
David Martínez Pradales. Alcorcón (Madrid)
Papas con choco
No tengo nada contra los robots de cocina que se conectan a internet y reproducen recetas exactas, pero no pasa nada si un día se os quema el sofrito, porque luego va al majao. No pasa nada si las papas con choco hoy son con cazón porque estaba más barato en la plaza de abastos. Así hacía mi abuela, y los guisos tenían su sabor memorable, aunque no fueran siempre perfectos. Volvamos a los puñaos, a las mijitas... La vida así sabe mejor.
Ángel Martínez. Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)
El último quiosco de mi barrio
Comprar la prensa en papel se ha convertido en una odisea, yo me sentía feliz porque en mi barrio estaba Isidro y su quiosco. Hace casi 20 años que compro la prensa allí. 20 años en los que nos damos los buenos días y comentamos lo más relevante de la semana. Aunque sabía que ese momento iba a llegar, prefería no pensarlo, pero llegó. Isidro se jubila a finales de septiembre. Mi barrio ya no será igual sin su quiosco, un espacio que cerrado es pequeño y abierto parece enorme. Te echaremos de menos.
Yolanda Fernández Jiménez. Madrid
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