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editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Un paso de gigante contra el sida

La esperanza puesta en el desarrollo del lenacapavir será completa cuando pueda reducirse su altísimo precio

Imagen de microscopio electrónico facilitada por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. Muestra una célula T humana, en azul, atacada por el VIH, el virus que causa el sida, en amarillo.
Imagen de microscopio electrónico facilitada por los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. Muestra una célula T humana, en azul, atacada por el VIH, el virus que causa el sida, en amarillo.Seth Pincus, Elizabeth Fischer, Austin Athman (AP)
El País

Las novedades presentadas esta semana en el congreso de la Sociedad Internacional del Sida (IAS), celebrado en Múnich, son de una importancia extraordinaria. Tras cuatro décadas de investigación intensa sobre esta pandemia inacabable, los principales expertos coinciden en que estamos ante un punto de inflexión en la lucha contra esta enfermedad, que ha matado a 40 millones de personas y sigue causando 1,3 millones de nuevos contagios cada año en el mundo. La razón del entusiasmo científico es un medicamento llamado lenacapavir, ya aprobado como tratamiento contra el sida, pero que acaba de mostrar una eficacia del 100% en la prevención del contagio en mujeres. La otra cara de la moneda es que su precio actual es inaccesible para los países en desarrollo, que son los que más lo necesitan.

El ensayo clínico de fase 3 —la etapa más avanzada— se ha llevado a cabo en Sudáfrica y Uganda, dos países muy castigados por el sida. Aunque el lenacapavir ya está aprobado como tratamiento, no lo está como fármaco preventivo por ninguna agencia reguladora. Es difícil, sin embargo, imaginar que haya obstáculos serios en el proceso de aprobación, ahora que su eficacia para ese uso –más propio de una vacuna que de un antiviral— se ha mostrado tan contundente, y teniendo en cuenta además que la seguridad del medicamento ya estaba certificada. Si un fármaco es seguro como tratamiento, lo será también como prevención.

El gran problema no va a ser la aprobación, sino el coste. El lenacapavir ha sido desarrollado por Gilead Sciences, una biotecnológica californiana con 30 años de experiencia en la creación de fármacos antivirales, incluidas algunas armas vitales contra el sida. El tratamiento preventivo requiere dos inyecciones al año que ahora mismo cuestan 20.000 euros en España y el doble en EE UU. Pueden ser precios asumibles como tratamiento en los países occidentales, pero desde luego no como prevención en el mundo pobre. La directora de ONUsida, Winnie Byanyima, está presionando a Gilead para que licencie el fármaco al Fondo Común de Patentes de Medicamentos, lo que permitiría vender genéricos baratos a los países de renta baja y media.

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La iniciativa de ONUsida es obviamente una buena idea, y la dirección de Gilead parece dispuesta a colaborar, aunque no de inmediato. El ensayo conocido ahora (PURPOSE 1) se ha centrado en mujeres, incluidas las adolescentes, y la farmacéutica tiene en marcha otro (PURPOSE 2) con otros grupos de población, del que espera resultados a finales de este año. Solo entonces solicitará la aprobación del uso preventivo del fármaco a las agencias internacionales, y solo entonces entrará en negociaciones detalladas sobre la forma de hacerlo asequible. Aun así, el precio real de producción del lenacapavir puede reducirse de los 20.000 euros actuales a solo 100 cuando se fabrique en masa. Y nadie sabe cuánto cuesta una vida.

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