Nasreddin en La Moncloa
Un relato de un personaje del folclore musulmán describe perfectamente la actitud del Gobierno y sus ‘cheerleaders’ cuando hablan de la ley de amnistía


Nasreddin Hodja es un personaje del folclore musulmán que protagoniza cientos de historias satíricas y filosóficas. Sus aventuras se cuentan desde los Balcanes a China. Hay una lápida con su nombre en la ciudad de Akşehir, en Turquía, donde se celebra anualmente un festival en su honor. Nasreddin —de cuyo nombre existen muchas versiones— habría vivido en el siglo XIII, pero no está claro que tuviera una existencia real, como si fuera un comité de expertos. A veces, Nasreddin es un personaje ridículo; otras es extrañamente sabio. Sus historias, que fascinaban al guionista Jean-Claude Carrière, revelan las inconsistencias de nuestra lógica. Sublimes paroles e idioties de Nasr Eddin Hodja, una maravillosa recopilación de Jean-Louis Maunoury, contiene muchas historias del personaje. Una vez, pierde un anillo al regresar a casa de noche; su amigo se agacha para buscar a tientas, mientras que Nasreddin se coloca en mitad de la calle, iluminada por la luna. Cuando el amigo le dice que el anillo no ha caído allí, Nasreddin le dice que haga lo que quiera, pero que él prefiere buscar donde hay luz. En otro de los relatos, Nasreddin sale en mitad de la noche y se esconde tras un arbusto, para comprobar si es cierto lo que dice su mujer: ella insiste en que es sonámbulo. En otra, va a una tienda, se prueba una túnica y en el último momento la cambia por unos pantalones. Cuando se va a marchar y le piden que pague, contesta: “Es que los he cambiado por la túnica”. El tendero le dice que tampoco ha pagado la túnica. “¿Cómo la voy a pagar, si no me la he llevado?”, responde Nasreddin. Pero mi historia favorita se titula ¿Y si fuera cierto? En ella Nasreddin se encuentra por la calle con unos chicos que suelen burlarse de él y decide darles una lección. Les dice: “¿Qué hacéis aquí? ¿No sabéis que la mujer del cadi organiza una fiesta para todos los niños de la ciudad?”. Aunque al principio no le creen, Nasreddin les convence, y los chicos se van corriendo hacia la casa del cadi, entre gritos de alegría. Cuando ve su entusiasmo, Nasreddin se queda pensativo. “¿Y si fuera cierto?”, se pregunta. “Y hete aquí”, termina el cuento, “que Nasreddin sale hacia la casa del cadi, corriendo como un crío”.
El relato de Nasreddin creyendo su propia mentira y corriendo hacia la fiesta que acaba de inventar muestra una pulsión casi universal y describe perfectamente la actitud del Gobierno y sus cheerleaders cuando hablan de la ley de amnistía, defienden interpretaciones tramposas del informe de la Comisión de Venecia y tergiversan los objetivos que se pretenden alcanzar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
Dembélé ganó el The Best con 11 puntos más que Yamal y Paredes no votó a Bonmatí: así fueron las votaciones
El Louvre arranca otra jornada cerrado por la huelga de sus empleados
Lalachus y Broncano reaccionan con humor a su éxito: “¿Cómo puede estar ahí con lo gorda que está?”
La Fiscalía no acusará a Errejón por agresión sexual a Elisa Mouliaá y pide el archivo
Lo más visto
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- La UCO precipitó la detención del expresidente de la SEPI porque se percató de que lo seguían cuando iba a una cita con Leire Díez
- El rechazo de Francia y las dudas de último minuto de Italia amenazan con descarrilar la firma del acuerdo entre la UE y Mercosur
- Interior nombra jefe de la UCO al coronel Pedro Merino, exintegrante de la unidad y que estuvo destinado en La Zarzuela y Seguridad Nacional
- La jueza de la dana declina citar a Sánchez porque no consta que estuviera informado “en tiempo real” por Mazón como Feijóo






























































