_
_
_
_
libre de estilo
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Don Pedro el marroquí

Los medios reaccionarios llevan años insinuando que Marruecos habría conseguido pinchar el teléfono móvil de don Pedro y habría tenido acceso a secretos inconfesables.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, saluda al rey Mohamed VI, durante su encuentro mantenido en Rabat.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, saluda al rey Mohamed VI, durante su encuentro mantenido en Rabat.BORJA PUIG DE LA BELLACASA (EFE / MONCLOA)

Don Pedro viajó a Rabat la semana pasada. Tras reunirse con el rey marroquí y parte de su Gobierno, anunció que Marruecos invertirá de aquí a 2050 unos 45.000 millones de euros en desarrollo de infraestructuras. ¿Y eso por qué lo anuncia don Pedro?, se preguntará usted. Porque empresas españolas podrían tener oportunidades de negocio. ¿Qué hizo VozPópuli? Colgar en X un video con la declaración y el siguiente titular: “Sánchez anuncia una inversión de 45.000 millones de euros a Marruecos para mejorar infraestructuras”.

El digital que dirige Francisco Rosell mentía así al asegurar que sería España quien invirtiera 45.000 millones de euros en Marruecos. Era un bulo, y en X le pusieron una de esas “notas de la comunidad” que sirven para marcar los bulos, pero a la dirección del digital pareció darle igual. ¿Por qué le dio igual cuando podían haber alegado que era un error o haber culpado al becario y borrado el mensaje? Porque el negocio de algunos medios no es informar (entonces no debería llamárseles ‘medios’, pensaba Aimé Dandoy) de una forma más o menos crítica con el poder. Es simplemente la mentira, que sirve tanto para atizar al dirigente al que tratan como a una piñata como para la carrera de los digitales ultras por la audiencia, porque semejante bulo es un atrapa clics imbatible. ¿Periodismo? No, no es periodismo, es otro negocio, es el intento burdo y pringoso de engañar al lector para conseguir dos cosas: generar visitas que justifiquen recibir publicidad institucional y subvenciones y tener contenta a quienes deben aprobarlas, principalmente doña Isabel y don José Luis.

Los medios reaccionarios llevan años insinuando que Marruecos habría conseguido pinchar el teléfono móvil de don Pedro y habría tenido acceso a secretos inconfesables. Además, el rey Mohamed VI sería el jefe de los narcos del Estrecho, responsable último del asesinato de dos guardias civiles hace semanas. Y don Pedro sería simplemente su hombre en Madrid, a las órdenes del rey marroquí para que este no contara los secretos que había extraído de su móvil. Nunca nos cuentan estos digitales cuáles son esos secretos, pero sus bulos sirven para alimentar, por ejemplo, a quienes dicen que la esposa de don Pedro es en realidad un señor, no una señora.

Antonio Rodríguez, del contenedor amarillo, y Miquel Giménez, del contenedor blanco, contaron la semana pasada que un Falcon había viajado a Rabat, había pernoctado en el aeropuerto de la capital marroquí y había vuelto al día siguiente a Madrid sin que ni don Pedro ni ningún ministro tuvieran en sus agendas públicas una visita a Marruecos. Así que el viaje era sospechoso, inquietante, sobre todo cuando se hacía justo después del asesinato de los dos guardias civiles. En realidad, en el Falcon había volado la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, para un evento de la Unión por el Mediterráneo que se celebraba en la capital marroquí. Tras varias horas con el bulo publicado, Rodríguez, a quien parece que le quedan rastrojos de cierta vergüenza profesional, corrigió la pieza y puso una nota al pie. Giménez no.

Los del contenedor amarillo no se quedaron en el bulo de Rodríguez. Paloma Cervilla contaba tras el asesinato de los guardias civiles que don Pedro “inició el cambio de rumbo contra el narco tras una reunión con Marruecos en 2022″. Cervilla, usando fuentes anónimas y con el manual clásico de la teoría conspirativa, insinúa que los guardias civiles y un párroco asesinado el 25 de enero de 2023 en Algeciras a manos de un marroquí murieron porque Marruecos quería mandar mensajes a España y que el Ministerio de Interior decide su política contra el narco “por exigencia de Mohamed VI”. Cervilla, que se hizo famosa hace años tras publicar en ABC que las estudiantes usaban las becas universitarias para pagar operaciones de aumento de pecho, llega a afirmar que decisiones sobre control migratorio y lucha contra el narco “se tomaron todas a favor de la inmigración y del tráfico de drogas y muy beneficiosas para Marruecos”. Difundir teorías conspirativas dedicadas a sembrar odio y llamarlo periodismo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_