Mujeres muertas, números vivos

Conviene mirar los números de cerca, hacerlos hablar. En 2021, la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción dio a conocer una encuesta: uno de cada cinco varones españoles de entre 15 y 29 años consideraba que la violencia machista no existía o era un “invento ideológico”. La encuesta se repitió en 2023: ahora uno de cada cuatro (23%) consideraba lo mismo y, en el caso de las mujeres, el porcentaje era del 13,2%. Los números habían aumentado mucho en relación a 2019, cuando los varones que sostenían esa creencia alcanzaban el 12% y las chicas el 5,7%. En la Argentina, según la Defensoría del Pueblo, los femicidios crecieron en 2023 un 33% en relación a 2022. En Perú, según el Ministerio de la Mujer, pasaron de 130 en 2022 a 165 en 2023. En Brasil, según el Fórum Brasileño de Seguridad Pública, en el primer semestre de 2023 hubo un 2,6% más que en el mismo período de 2022. En España, en 2023, hubo siete femicidios más que en el año anterior. El “invento ideológico” crece, y cada vez más jóvenes creen que la masacre es un cuento. En enero de 2024, una encuesta del CIS reveló que el 51,8% de los varones españoles de entre 16 y 24 años considera que las políticas de igualdad hacen que ahora sean ellos los discriminados. El 32,5% de las mujeres cree lo mismo. No están solos en su convencimiento. A modo de ejemplo, Javier Milei, el presidente argentino de ultraderecha, cerró el Ministerio de la Mujer y durante su campaña decía: “No tengo por qué sentir vergüenza de ser un hombre blanco, rubio y de ojos celestes. No le voy a conceder nada al marxismo cultural”. ¿El poder valida la idea de los ciudadanos, los ciudadanos se apropian de la idea del poder? Detrás de los números hay telarañas que atrapan cosas peligrosas ―negaciones, deseos de venganza― con las que se alimentan criaturas agazapadas a la espera de saltar y de tragarnos vivos.