Algunas frases que han marcado este 2023
Los lectores hacen un repaso de las proclamas que la derecha ha enarbolado este año, critican las palabras de Cristina Ibarrola tras perder la alcaldía de Pamplona y escriben sobre la situación en Gaza y el apoyo y la esperanza que necesitan los enfermos
El año que termina ha sido especialmente prolífico en frases cliché que han corrido como la pólvora entre la sociedad española, sobre todo en los mentideros donde se han gestado por unos y otros locuaces y, a veces, deslenguados políticos. “¡Que te vote Txapote!”, una frase que ha abanderado el grave empeño de mantener presente la perniciosa existencia de la banda terrorista ETA, desaparecida desde hace 12 años. “El perro Sánchez”, frase que con el inicial sentido peyorativo de la palabra perro y el muy denostado apellido del presidente del Gobierno se volvió a favor del destinatario. Nótese que desde la oposición casi nunca se le refiere como presidente, sino como Pedro Sánchez o Sánchez. “Por putodefender España” ha tratado de ser la justificación de los manifestantes frente a la sede del PSOE en Madrid. Me he limitado a estas tres tristes frases, pero puedo concluir que, lejos de su objetivo, lo que las unifica es el original intento de causar daño o descalificar, pero que se han vuelto en contra de sus creadores o han terminado beneficiando a su destinatario.
Manuel Huerta Anta. Vigo (Pontevedra)
Ojalá hubiera fregado escaleras
Tras perder la alcaldía de Pamplona, Cristina Ibarrola dijo que prefiere fregar escaleras antes que pactar con EH Bildu. Ojalá hubiera fregado escaleras, como todas las que tuvo que fregar mi madre para pagarnos los estudios universitarios a mi hermana y a mí mientras mi padre se partía el lomo en la fábrica de neumáticos. Ojalá me hubiera visto ayudarla para terminar antes. Ojalá. Así entendería lo que significa tener dignidad para la clase trabajadora. Ojalá las hubiera fregado para ahorrarse el bochorno de comprobar lo alejada que está de la ciudadanía.
Ana Belén Pérez Villa. Soria
Los niños de Gaza
Una sociedad que calla ante las muertes de los más vulnerables no merece llamarse civilizada. No es que uno sea más solidario que el resto, pero cuando veo tanta hipocresía en los reencuentros familiares navideños, donde destacan las palabras paz y amor es para echarse a llorar. Dónde están sus voces cuando masacran todos los días a los niños y niñas de Palestina. Parece increíble que un pueblo como el judío, que tanto sufrió, no se manifieste todos los días para parar esta atrocidad de sus gobernantes y los líderes mundiales no sean capaces de un alto el fuego definitivo. Desde la mayor repulsa a los que hicieron los actos terroristas en Israel, tampoco es justificable por parte del Gobierno israelí la muerte de inocentes.
José Antonio Cabeza Cabeza. Barbate (Cádiz)
Sentimientos encontrados
La mesa de la consulta en la que trabajo tiene un pequeño árbol navideño. Cuando entran las personas lo miran de muchas formas, con sentimientos encontrados. El mundo feliz y perfecto de fuera del hospital de día, no encaja con el mundo de después de una quimioterapia, una revisión que no ha ido como se esperaba o un diagnóstico doloroso. Y en el momento en se cruzan nuestras miradas es cuando yo veo la Navidad, la de la esperanza, el acompañamiento y la del “estamos ahí pase lo que pase”. Gracias a todas esas miradas que nos dais tanta luz y tanta energía para seguir acompañando, confortando y aliviando.
Eva María González Jiménez. Estepona (Málaga)
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