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Cartas a la Directora
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Un código de buenas prácticas

Los lectores escriben sobre la extracción de materias primas para las baterías de los coches eléctricos, lo que el caso Rubiales revela sobre el estado del fútbol, las lecturas de verano y las rupturas afectivas que suceden en periodo estival

Mina abandonada de Tilwizembe
Un grupo de mineros busca cobalto en la mina abandonada de Tilwizembe, en la República Democrática del Congo, en junio de 2016.Reuters Staff (Reuters)

Un mundo libre de combustibles fósiles es el objetivo perseguido por la Unión Europea, premisa necesaria para luchar contra el cambio climático. Sin embargo, este objetivo no debería dejar de lado la manera en que se obtienen los medios para lograrlo: si para ello permitimos que en los países donde se extraen los materiales para las baterías de nuestros flamantes coches eléctricos —cobalto, litio etcétera— se instauren unas prácticas mineras esclavistas, como actualmente existen en África Central, si la corrupción existente genera situaciones de pobreza y muerte, si los beneficios obtenidos no se traducen en mejoras en ámbitos como la sanidad o la educación, entonces ¿dónde está el progreso? Si el Parlamento Europeo no exige un código de buenas prácticas, serio y riguroso, con controles efectivos sobre los procesos que permiten conseguir estos minerales ¿cómo podríamos mirar para otro lado y aceptar el precio de dicho objetivo?

Francisco Javier Román Llorente. Gijón (Asturias)

Podredumbre

Bien mirado, lo de Rubiales no deja de ser el enésimo síntoma de la podredumbre en el fútbol. Los gritos homófobos y racistas en los estadios, la celebración de competiciones oficiales en países donde se conculcan los derechos humanos más elementales, la complacencia de parte de la prensa con unos dirigentes bajo sospecha, el estruendoso silencio de la mayoría de profesionales ante el vergonzoso episodio del Mundial femenino, las turbias operaciones inmobiliarias de algunos clubes, la nula empatía hacia los aficionados con calendarios y horarios intempestivos... Todo ello conforma un universo paralelo que naturalizamos sin dificultad, sumidos en una modorra de la que solo salimos fugazmente cuando el atropello es de tal calibre que no queda más remedio que fingir estupor.

Juan Fernández Sánchez. Madrid

Antigua red social

Llegado el fin del verano, haces recuento de si has cumplido las expectativas sobre las lecturas que te habías propuesto para ese periodo. Los libros han sido tu isla, como la palabra da a entender. Han sido un aislamiento. El verano nos da la evasión para meterse dentro de un libro y viajar a través de la historia que cuenta. Y si pudiésemos leer sin un móvil próximo, haría que nos centrásemos en ellos como lo hacíamos en la infancia y adolescencia. En cierta medida los libros han sido una antigua red social: te intercambiabas libros, y si los conseguías a través de biblioteca, incluso metías presión a quien leía el libro que habías ido a buscar. Porque siempre son las mismas personas quienes giran en el entorno de las bibliotecas.

María Luisa Alonso Alcalá. Zaragoza

Amores rotos en verano

Mucho se habla de los amores de verano, pero poco se tratan los amores rotos en verano. Hoy una parte de mí se ha apagado por completo tras una composición de preguntas sin responder que muchas veces desconocemos cómo se ha llegado ahí. Dicen que cuando una historia de amor termina, un idioma muere con él. Qué duro es que los lenguajes mueran cuando aún hay belleza en ellos.

Iván Márquez Martín. Madrid

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