De agarrarse los genitales junto a la Reina al todos somos tontos

Si España gana el Mundial femenino de fútbol por primera vez en su historia… a la media hora el protagonista es un hombre. Tiene narices. El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, decidió el domingo, durante la entrega de medallas, acaparar una vez más todas las imágenes en un momento especial y único para un grupo de futbolistas que acababan de llegar a la cima del mundo. Sucede que Rubiales, unos minutos después del pitido final, desde el palco presidencial, al lado de la reina Letizia, la infanta Sofía, y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, justo cuando todo el público aplaudía tras el final de la contienda, Rubiales, el presidente que representa al fútbol español por el mundo, comienza a levantar los brazos en un gesto eufórico —y lógico―, también a señalar al césped con los brazos —entendible también— y… se agarra con la mano los genitales. En fin. Tras este gesto, pronuncia unas palabras que, por la lectura de labios, parece que dice “cojones”. Entonces se gira hacia la izquierda, donde trata de buscar una aprobación de otros hombres que, obviamente, no obtiene. Es entonces cuando aplaude solo y sonríe de nuevo, como quien introduce una cortinilla en una secuencia de cine. Intentaba hacer como si aquí no hubiera pasado nada, cuando acababa de pasar de todo y faltaba por pasar todo lo demás.

Estas imágenes han visto la luz gracias a un usuario argentino de Twitter. Acumulan más de un millón de visualizaciones. Rubiales aún no se ha pronunciado sobre este gesto. Sí sobre otro, que ocurrió unos instantes después. Durante la entrega de medallas, agarró de la cabeza a Jenni Hermoso, la máxima goleadora de la historia de la selección, y la besó en la boca. De este beso se ha escrito mucho ya, pero Rubiales, sin embargo, ha emprendido una huida hacia adelante. Tanto es así que, gracias de nuevo a un vídeo capturado por una usuaria anónima de Instagram, vemos cómo la protagonista del beso, Hermoso, mientras retransmite una grabación en directo desde el vestuario con una botella de champán y un bizcocho de chocolate, opina por primera vez del beso tras una pregunta que se escucha a lo lejos de una compañera: “¿Quién se ha besado?”. “Tía, ¿de verdad?”. “Pero, ¿qué haces tía?”. Es entonces cuando Hermoso dice: “Eh, pero no me ha gustado, eh. Pero, ¿y qué hago yo? Mírame a mí, mírame a mí. Mírame”. El vídeo acumula 3,5 millones de visualizaciones.

Minutos después, Rubiales baja al vestuario y anuncia un viaje a Ibiza para las futbolistas. Sabedor de que el vídeo del beso ya estaba corriendo por todos los grupos de WhatsApp, dice: “En Ibiza celebramos la boda de Jenni y Luis Rubiales”. Más tarde, la agencia Efe difundía un teletipo con frases enviadas por la Federación que recogen unas palabras de Hermoso alabando a Rubiales. “Ha sido un gesto mutuo, totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial”. El beso era tan mutuo que la propia Hermoso ya había dicho antes que no le había gustado. Más tarde, en declaraciones a Radio Marca, Rubiales insistía: “¿El beso con Jenni? Idiotas hay en todas partes”. Y a medianoche, en El Partidazo de Cope, añadía: “No hagamos caso de los idiotas y de los estúpidos. No estamos para gilipolleces. No comentéis cosas de pringados. Si hay tontos, que sigan con sus tonterías”. Hace cinco años, durante el sorteo del calendario de la Liga, dijo en referencia a las futbolistas de la competición femenina: “Sé que han venido un poco medio en paños menores, pero bueno, venid aquí”. Habían ido en bermudas y en camisetas de manga corta: tonterías. ¿Hasta cuándo?