La diplomacia de los mocos

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, no acudió a la cumbre entre la UE y la Celac, celebrada entre el lunes y el martes en Bruselas. En su lugar asistió la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien está en la lista de sancionados de la UE desde junio de 2018 “por violar los derechos humanos y socavar la democracia y el Estado de derecho”. Entre las sanciones se le prohibía pisar territorio europeo pero esta semana Rodríguez acudió a la cumbre, invitada por la presidencia rotatoria de la Celac (San Vicente y Granadinas), no por la UE ni por el Gobierno español, presidencia semestral del Consejo de la UE. Al inicio de la cumbre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el del Consejo Europeo, Charles Michel, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, iban recibiendo de uno en uno a todos los dirigentes de América Latina y el Caribe. Una especie de besamanos, algo pasado de moda que organizaron los servicios del Consejo. Recorrían la alfombra roja de uno en uno, saludaban, se hacían la foto y salían. Unos saludos eran sobrios, apenas un apretón de manos, como el del colombiano Gustavo Petro. Otros más cariñosos, como los dos besos que Von der Leyen y Sánchez dieron a la mexicana Alicia Bárcena, a la barbadense Mia Amor, a la hondureña Xiomara Castro. O los abrazos del argentino Alberto Fernández o del brasileño Lula da Silva a Von der Leyen, Sánchez y Michel. El presidente español recibió a Delcy Rodríguez con dos besos. El francés Macron se reunió el martes con ella junto a Fernández y Lula.

Libertad Digital (una de esas cosas que yo me leo para ahorrarles a ustedes el susto) tituló: “Bochorno por el cariñoso saludo de Pedro Sánchez a Delcy Rodríguez”. En The Objective fue: “Sánchez da dos besos a Delcy Rodríguez en su visita durante la cumbre UE-Celac”. En El Debate: “Sánchez recibe con dos besos a la vicepresidenta de la dictadura de Maduro”. Y en Okdiario: “Sánchez recibe con besos a la vicedictadora venezolana”. Pero no fueron sólo los digitales de la fachosfera. El Mundo consideró que la foto del beso era de las grandes noticias del día, hasta convertirla en la principal imagen de su portada. En La Razón dijeron que Sánchez había sido “efusivo” y había tenido un “cariñoso gesto”. Besos, cariños. ¡Qué desfachatez! ¡Qué diplomacia ni protocolo! Le tenía que haber tirado dos mocos.