Enseñanza pública o privada

He sido profesor en varias universidades públicas. El primer día de clase solía realizar una encuesta a los alumnos con varias preguntas sobre su vocación, la modalidad de enseñanza cursada (pública, concertada o privada) y sobre las calificaciones obtenidas en bachillerato y selectividad. Una de las preguntas era si el grado que habían empezado a estudiar fue su primera, segunda o tercera opción. En los últimos años, las respuestas tendían más a la tercera opción que a la primera. Cada año prima más, para la elección, las perspectivas económicas que las científicas y humanísticas. Por regla general, las calificaciones de bachillerato en la enseñanza privada eran mejores que en la pública, y en selectividad eran mejores en la pública que en la privada. Reconozco que el esfuerzo realizado en el bachillerato tiene que ser reconocido y premiado, pero el peso de la calificación en la selectividad debería ser más importante. Es como si en una carrera olímpica el ganador de la final no tuviera la medalla de oro y fuera, al sumar los tiempos, para el ganador de alguna de las semifinales.

Baltasar Cabezudo Artero. Málaga

Eligiendo alcalde

Este sábado se constituyen los ayuntamientos de toda España. Cada legislatura se repite la misma historia por parte de los partidos. En campaña se dice que se permitirá gobernar a la lista más votada, pero después, tras los resultados, suelen pactar “los perdedores” para gobernar. Los políticos deben aclarar si desean un sistema electoral mayoritario o el actual, pero no confundir al electorado según les sople el viento. El sistema representativo proporcional actual es el mejor, pues es un reflejo de la sociedad.

Isidro Carmona. Madrid

No somos nadie sin correo electrónico

Mi marido y yo comenzamos el día con un gran entusiasmo. Ya jubilados los dos, dejamos a un lado cada mañana los dolores de rodillas, caderas y pies y emprendemos la marcha para descubrir actividades nuevas por realizar. Hoy iremos a sacarnos la tarjeta para alquilar bicicletas y así poder recorrernos la ciudad en la que nos encontramos de una manera sana y sostenible. Esperamos una gran cola en la oficina, pero no importa. Se bloquea el ordenador en nuestro turno, pero no importa, y cuando por fin nos toca, descubrimos que sin un correo electrónico no eres nadie. Aparentemente, todo el mundo tiene que tener uno, y nos miramos el uno al otro sin comprender muy bien esa teoría, y salimos con menos alegría con la que empezamos el día, sin bicicleta y buscando un autobús que nos lleve a casa, que ya nos duelen un poco los huesos.

Carmen Mellado Martín-Cleto. Toledo

Gracias, maestro

Si estudiar Derecho me permitió conocer, en el ocaso de mi adolescencia, la obra de escritores y filósofos que influyeron sobre mi planteamiento ideológico, gracias a sus artículos en EL PAÍS conocí y me adentré en la lectura de las obras de Nuccio Ordine, que nos dejaba huérfanos el pasado sábado, en una época tan sedienta de un pensamiento racional y crítico como el que poseía. No cabe hipérbole posible. Nuccio Ordine fue un pensador de otra época, la del Renacimiento y la Ilustración, mas una palabra basta para describirle: humanista. Gracias, maestro.

José Luis Garrido García. Valladolid