La España que cuida
Los lectores escriben de la importancia de tratar bien los pueblos, los pactos políticos, la escasez de agua y la falta de ayudas a personas entre 30 y 40 años
He vuelto estos días al Camino de Santiago desde Hornillos del Camino (Burgos), pasando por Carrión de los Condes (Palencia) hasta Bercianos del Real Camino (León). Los paisajes revisitados siguen siendo abrumadores, no por su belleza natural, que también, sino por el trabajo y los cuidados humanos que acumulan estas tierras; los pueblos son pequeños y están alejados entre sí, el caminante tiene asegurada la soledad durante muchos kilómetros. El entorno no está del todo vacío, acumula mucho conocimiento y mucha voluntad humana para trabajar sobre una tierra que responde agradecida a la dedicación y el buen hacer de gente muy valiosa. La baja densidad de población la admiten como hecho social consolidado, como una consecuencia del modelo de desarrollo impuesto. Estas gentes saben que del cuidado exquisito de su tierra depende su futuro y a eso se dedican, dudando si aumentar el número de habitantes es una buena iniciativa para mantener el delicado equilibrio en que se han mantenido hasta ahora.
Luis Fernando Crespo Zorita. Las Rozas de Madrid
Alianzas y alianzas
Las alianzas siempre quitan el sueño. En la alianza entre el PSOE y Podemos estuvieron claras las pretensiones del socio minoritario: garantizar que una serie de puntos del programa socialista se cumpliesen y no fuesen promesas vacías. No pidieron cambios en el programa socialista. Sin embargo, hasta el momento, estamos viendo cómo las exigencias de Vox tratan de obligar al PP a aceptar condiciones a veces contrarias al programa de ese partido, a hacer cesiones en contra de sus posiciones sobre violencia de género, reducción de ayudas sociales, Estado de las autonomías, cambio climático, etcétera.
Fernando Gruber. Madrid
Un recurso necesario
Toda la ciudadanía debería tener escrito en sangre que el agua es un recurso limitado. En toda la problemática derivada por la escasez del agua, los países ricos son los más afortunados al disponer de medios de actuación contra los fenómenos de la desertificación y la sequía. Sin ningún género de duda, son los pobres los que cargan con las consecuencias de una política a nivel mundial consistente en un desmedido consumo y malbaratamiento del agua. Nuestro modelo productivo tiende a perpetuar el uso irracional de los recursos. Urge una política mundial (a medio y largo plazo) de obligado cumplimiento. El tiempo pasa mientras el planeta languidece por sed y por sequía.
Glòria Barrachina Ferrús. Sant Cugat del Vallès (Barcelona)
Joven y viejo a la vez
Dicen que los 40 son los nuevos 30 y, en parte, estoy de acuerdo. En 1957, la media de edad para ser madre en España estaba en 25 años; actualmente supera los 30 y no es hasta los 40 cuando algunos pueden comprarse su primera vivienda. Sin embargo, hay ayudas que solo son accesibles hasta los 30 años. Señores políticos: ¿los que estamos entre los 30 y los 40 somos demasiado jóvenes para tener medios y demasiado mayores para las ayudas?
Enrique Esparza Vázquez. Tordesillas (Valladolid)
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