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La asimetría en los resultados de la EVAU: Asturias pone seis veces más sobresalientes que Baleares

El Observatorio del Sistema Universitario subraya en un informe la “relevancia” de las diferencias de notas en las comunidades “especialmente teniendo en cuenta la existencia del distrito único”

Estudiantes durante el examen de Selectividad en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, el 7 de junio.
Estudiantes durante el examen de Selectividad en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, el 7 de junio.MASSIMILIANO MINOCRI
Elisa Silió

Al Observatorio del Sistema Universitario (OSU), un ente independiente conformado por profesores de las universidades públicas de Barcelona, una de las cosas que más le ha “sorprendido” al elaborar su informe Notas de acceso a la universidad ¿son equitativas? es la enorme asimetría que existe en los criterios de corrección de los exámenes que dan acceso a la carrera. De forma que en la convocatoria del pasado año de la EVAU (Evaluación para el Acceso a la Universidad), los tribunales de Asturias pusieron seis veces más sobresalientes (un 9 o 10) en la fase general (las cuatro materias obligatorias) que los de Baleares: un 12% frente a un 1,9%. “Resulta evidente que las diferencias entre comunidades autónomas son muy relevantes (...), especialmente teniendo en cuenta la existencia del distrito único en el sistema universitario español”. Es decir, que con esa calificación se ingresa en cualquier universidad pública del país.

Vera Sacristán, autora del informe y directora del OSU, cree que se existe cierta correlación entre las notas de bachillerato y de las pruebas EVAU. En Baleares los centros solo ponen un 12,7% de sobresalientes y es también quien puntúa más bajo en las pruebas comunes.

Las universidades de Oviedo y Baleares no tienen una excesiva demanda, por lo que la divergencia en las notas no puede deberse a una gran competencia. Asturias tiene una baja tasa de abandono temprano de las aulas (11,5%), pero su pérdida de población explica que cada vez tenga menos estudiantado: casi 2.000 alumnos menos que hace siete años (de 19.300 en 2015 a 17.400 el curso pasado). Uno de cada cuatro asturianos opta por una carrera en otra comunidad y el 9,5% de sus matriculados son de otras provincias.

Baleares sufre una tasa de abandono muy alta (18,2%) ―es muy tentador el trabajo en el turismo que no exige formación― y pese a ello ha crecido su alumnado en estos siete años en 400 inscritos (de 11.800 a 12.200). La mitad (52%) de los universitarios de Baleares estudian fuera de las islas y solo el 3,3% de sus matriculados proviene de otras provincias. Las clases en catalán pueden ser una barrera.

Baleares y Asturias son los extremos, pero la brecha se detecta en todo el sistema. Curiosamente, las comunidades con lengua propia ―Comunidad Valenciana, Cataluña, Galicia y País Vasco― son poco generosas a la hora de calificar con sobresaliente. En el furgón de cola está también la Universidad Nacional a Distancia (UNED), que examina a muchos extranjeros, y la Universidad de Castilla-La Mancha.

Castilla-León, la mejor comunidad en los resultados de las pruebas de nivel educativo PISA, año tras año reclama una Selectividad única, hastiada, dice, de que parte de las plazas de sus carreras más demandadas ―sobre todo de ciencias de la salud e ingenierías― las ocupen bachilleres de otras comunidades con teórica peor formación. Sin embargo, los datos oficiales demuestran que sus tribunales califican muy alto: un 9,9% tiene más de un 9 en la fase general, el segundo mayor porcentaje de España. Canarias (6,5% de sobresalientes), Extremadura (8,4%) o Andalucía (8,9%), quedan detrás en la puntuación de las pruebas, aunque su expediente del centro es más alto que el castellano-leonés.

Al observatorio no le preocuparía la brecha si no existiera el distrito único, “no sería relevante”, pero recuerda que el curso 2020-21 el porcentaje de estudiantes que cursaban una carrera en una comunidad distinta a la de su residencia era del 15,1% (desde el 2,5% de los universitarios de Canarias, al 32,5% de La Rioja). “Estas diferencias en las notas de acceso entre las comunidades se traducen necesariamente en una clara ventaja para quienes proceden de algunas de ellas a la hora de acceder a las carreras más demandadas”, denuncia la OSU.

La asimetría no solo se da en las pruebas de Selectividad, comunes a todos los aspirantes, sino en la nota de Bachillerato consensuada por los claustros del centro, y que suele ser mucho más alta en las escuelas privadas que en los institutos públicos. “Hay algunas comunidades, como La Rioja, Cantabria o Castilla y León, en las que el porcentaje de notas entre 9 y 10 apenas es el doble en el bachillerato que en la fase general de las pruebas ―lo cual no es poco―”, se explica en el informe. “Mientras que en otras es más de seis veces superior (Baleares y UNED), más de siete veces superior (Galicia) o incluso más de nueve veces superior (Comunidad Valenciana)”.

El observatorio propone, para terminar con la asimetría, que se hagan pública las distribuciones de notas de cada uno de los centros ―de expediente y en la EVAU―. Y que se apliquen “criterios de corrección de las pruebas más homogéneos y coordinados entre comunidades autónomas, cosa que debería ser relativamente fácil al tratarse de pruebas reguladas por una normativa estatal”, se sugiere. Aunque la derecha reclama un único examen, no lo intenta imponer cuando gobierna consciente de que no es aplicable con distintos modelos de enseñanza y las competencias educativas transferidas a las comunidades. Pero sí es posible consensuar medidas, como la penalización de las faltas de ortografía.

Y por último, la OSU ―al igual que un informe de EsadeECPol publicado esta semana― opina que la nota de los exámenes de la EVAU debería contar más de un 40% de la nota (el 60% pesa el expediente del centro), que es el porcentaje actual. “Dado que son pruebas anónimas, objetivas y reguladas con criterios de corrección pautados, sus resultados son más equitativos y, por lo tanto, su peso en la nota de acceso debería ser más relevante”.

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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