Reparaciones de guerra
Algunos expertos dicen que la destrucción de la presa de Nova Kajovka es una de las mayores catástrofes humanitarias y medioambientales de Europa
La destrucción de la presa de Nova Kajovka en Ucrania está provocando desesperación, evacuaciones de emergencia y, posiblemente, cambios en el frente de guerra. También, el cruce de acusaciones entre ucranios y rusos: Kiev culpa a Moscú de haber volado la estructura para provocar el mayor daño a la contraofensiva ucrania. Moscú señala a Kiev por dañar una de las fuentes que abastece de agua a Crimea, la península anexionada ilegalmente por Rusia en 2014. Estados Unidos dice que “no está seguro” de quién es la culpa, pero la Unión Europea y España ya hablan de crimen de guerra ruso.
Mientras, la gigantesca masa de agua desbordando el curso del río Dniéper quedará como la imagen del sinsentido de la invasión. Las calles, los parques, el zoo, los campos de cultivo están bajo el fango. Algunos expertos dicen que es una de las mayores catástrofes humanitarias y medioambientales de Europa. Sin embargo, el gobernador nombrado por Rusia para la región ocupada de Jersón, Volodímir Saldo, ha llamado a la normalidad. “La gente se mueve con calma”, ha dicho en un vídeo delirante en redes sociales, en el que se ve un enorme edificio oficial a sus espaldas con agua hasta las ventanas. De los árboles solo se aprecian las copas.
Lo que está claro es que la destrucción de la presa es una consecuencia más de la segunda invasión ilegal rusa, que empezó hace casi 16 meses. Y complica todavía más la reconstrucción de Ucrania. No sabemos cuándo terminará el conflicto ni en qué términos, pero los ucranios quieren reparaciones de guerra: en su lista de condiciones para la victoria, le dan prioridad a la reparación de todos los daños causados, que se miden por decenas de miles de millones de euros. El Banco Mundial estima que durante 10 años como mínimo se necesitarán 411.000 millones de dólares. Solamente limpiar los pueblos reducidos a cascotes costaría 5.000 millones. Y la factura va subiendo: hoy los daños en el tendido eléctrico, por ejemplo, se han multiplicado por cinco con respecto al verano pasado.
¿Quién debe pagar? La Asamblea General de la ONU aprobó en 2022 una resolución que establece, entre otras cosas, que Rusia debe pagar por los daños causados en su invasión. El texto, impulsado por Kiev y varios de sus aliados, salió adelante con 94 votos a favor, 14 en contra y 73 abstenciones. La Comisión Europea planea usar miles de millones de euros de activos rusos congelados y propiedades de oligarcas sancionados, aunque jurídicamente no es fácil de llevar a cabo. Lo que está haciendo de momento Occidente es enviar ayuda financiera, además de militar, pero todos saben que con esto no será suficiente. Y que puede llegar el momento en que este apoyo casi incondicional suscite rechazo en los ciudadanos, que pagan la guerra de forma indirecta con la subida de precios. @anafuentesf
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