Legislar por Twitter

Hace unos años se hicieron virales las declaraciones de un hombre que, preguntado por las restricciones de circulación, repreguntaba a su vez, irritado y mirando al cielo: “A ver, ¿dónde está la contaminación, que yo la vea?”. El vídeo se ha convertido en un clásico que aparece esporádicamente en los grupos de WhatsApp y el “que yo la vea”, en un género político: si yo no los veo, no existen los pobres, la contaminación, el cambio climático...

Al conocer, gracias a una información de Infolibre, que el número dos de Isabel Díaz Ayuso, Enrique Ossorio, había cobrado el bono social de calefacción, Twitter recordó inmediatamente que hace un año el vicepresidente madrileño se burló de un informe presentado por Cáritas que alertaba de que la exclusión social se había agravado por la pandemia y afectaba ya a un millón y medio de personas en la región. Con postura y tono de monologuista de comedia stand-up, confundiendo a los periodistas con público y exagerando —las dobló— las cifras del informe, Ossorio dijo: “Si la población sale a la calle y ve que la región de Madrid es rica, y que dicen que hay tres millones de pobres... ¿Por dónde estarán [aquí se giró teatralmente a un lado y a otro, para ver si los encontraba]”.

La comunidad tuitera incluyó esas declaraciones como agravante en el juicio público contra el vicepresidente madrileño, quien, con un sueldo anual de 104.928,60 euros brutos y un patrimonio de más de millón de euros, cobró el bono de calefacción para “consumidores más vulnerables” por ser familia numerosa. La candidata de Más Madrid, Mónica García, tuiteó a las 23.42 del martes: “Indecente. El número dos de Ayuso está tardando en dar explicaciones, pedir disculpas y devolver el dinero”. Y a las 8.43 del miércoles: “Solicitamos su dimisión de inmediato. No es tolerable tanta falta de ética pública”. Ossorio se convirtió en trending topic, pero como la vida pasa más rápido en Twitter, 24 horas después ya había más tuits sobre Mónica García que sobre el vicepresidente madrileño. La razón: Su familia se había beneficiado del mismo bono. En rueda de prensa junto a Ayuso, Ossorio pidió su dimisión “por hipócrita” y justificó haber recibido la ayuda para consumidores vulnerables: “Esto es un dinero de Pedro Sánchez, del Gobierno de España, lo que hacen las comunidades autónomas es distribuirlo. Para mí ha sido un gran esfuerzo tener cuatro hijos. Creo que es perfectamente ético beneficiarme de esas ayudas”. García, sin embargo, admitió posteriormente que ella no merecía esa ayuda y que pensaba devolverla. “Si me he precipitado en un tuit, reconozco el error, no me duelen prendas”, añadió la noche del miércoles en la Cadena SER, donde reflexionó sobre la “rapidez” de la política de “regate corto” y de “salir al quite”, es decir, la política en Twitter.

Para entonces, en la red social ya se había planteado un debate interesante, el de las ayudas que no tienen en cuenta la renta de sus beneficiarios. Se recordó el cheque bebé del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero — “Creo que fui el único idiota del país que no lo pidió por considerar que ese dinero era para gente que lo necesitaba”, escribió, por ejemplo, @_Bailan—: o el descuento de los 20 céntimos de gasolina. Tantas pistas dieron a los políticos que, al final, les hicieron caso. Fue también en Twitter donde la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, anunció: “Apoyar a los consumidores vulnerables y a las familias numerosas es irrenunciable. Sorprende la falta de sensibilidad y solidaridad de algunos. Cambiaremos la regulación actual para introducir criterios de renta en las familias numerosas”.