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EDITORIAL
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Alemania se suma al nuevo BarMar

La incorporación de Berlín refuerza el proyecto de transportar hidrógeno verde desde la península Ibérica y Francia hacia el resto de Europa

Olaf Scholz Emmanuel Macron
El canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emmanuel Macron, el día 22 en París durante las celebraciones del 60º aniversario del Tratado del Elíseo.LUDOVIC MARIN (AFP)
El País

Alemania acaba de anunciar su adhesión al proyecto hoy conocido como H2Med (y antes BarMar) que unirá a través de un tubo la península Ibérica con Francia y ahora con Alemania para transportar hidrógeno verde. La implicación de la principal potencia europea en el proyecto que pusieron en marcha los presidentes de España, Francia y Portugal en la cumbre que celebraron en diciembre en Alicante representa un importante impulso al desarrollo de una infraestructura clave para avanzar en el modelo de descarbonización energética que promueve la Unión Europea. Pero también refuerza al propio proyecto europeo, ya que la intención es que el tubo no acabe en territorio germano, sino que en el futuro continúe por la Europa central y del este. El H2Med se convierte así en el primer corredor de hidrógeno verde de la UE, lo que reforzará su seguridad y su autonomía en el ámbito energético, dos aspectos fundamentales que ha puesto de evidencia la guerra en Ucrania. Se estima que hacia 2030 podría transportar el 10% de toda la demanda de la UE y su coste rondará los 2.500 millones de euros, a los que habrá que añadir otros 4.670 millones para infraestructuras en la península Ibérica.

Alemania se encuentra atrapada entre la necesidad de avanzar en la descarbonización de su economía o garantizar el suministro energético que demandan la industria y el transporte para asegurar su funcionamiento. Hoy la primera potencia europea, con Los Verdes en el Gobierno de coalición, se ha visto obligada a prorrogar el funcionamiento de dos centrales nucleares y a tirar de carbón para suministrar la electricidad que demanda su economía. Berlín adoptó en 2020 una estrategia nacional de hidrógeno, pero avanza con lentitud en la aprobación de las reformas legislativas que hagan posibles las inversiones necesarias para convertir las actuales redes gasísticas, como han advertido los operadores alemanes. La agencia medioambiental del país (UBA) asegura que Alemania debería poner en marcha nueva capacidad renovable tres veces más rápido de lo que ha venido haciéndolo hasta ahora. Solo así podrá llegar a 2030 con el 80% de energía limpia en el mix eléctrico, como se ha propuesto.

Para España y Portugal, el proyecto da respuesta a la reclamación histórica de poner fin al aislamiento energético que ha sufrido la península Ibérica. Cabe ahora esperar que las distintas administraciones implicadas aceleren los plazos y refuercen así la cohesión de la UE como proyecto efectivamente federal.

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