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Cartas a la Directora
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Esto es la democracia

Los lectores escriben sobre el peligro del bloqueo institucional, la ‘ley trans’, la corrupción en el Ayuntamiento de Marbella y la importancia de descansar la mente

Democracia
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante una sesión de control en el Congreso.JUAN CARLOS HIDALGO (EFE)

La democracia no es votar cada cuatro años. La democracia no es defender a quienes representan nuestras ideas contra viento y marea, aun cuando sepamos que están equivocados. La democracia nos garantiza derechos esenciales, pero también nos exige obligaciones. La democracia es pluralidad y ejercicio diario y continuo de nuestros deberes y obligaciones, es respeto por las ideas ajenas, por las minorías, por los que perciben la fe o la sexualidad de forma diferente a como lo hacemos nosotros y, por supuesto, es un profundo respeto por el resultado de las urnas. Es convivencia, es la búsqueda del bien común frente al interés particular de unos pocos. Por desgracia, hay más formas de terminar con ella que con un golpe de Estado, y, desde luego, quien bloquea las instituciones y su constitucional renovación o quien deslegitima el resultado de las urnas porque no le gusta no da el mejor ejemplo de libertad, de convivencia o respeto a los demás, y mucho menos de espejo en el que un Estado de derecho debe de mirarse. Lo demás, cuentos de mal pagador.

Ángel Moisés Durán Iriarte. Vigo

La ‘ley trans’ es dignidad

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La ley trans y LGTBI se ha aprobado. En el largo proceso que lo ha hecho posible, las personas trans han sufrido el odio de diversos sectores de la sociedad. Las han considerado caprichosas y sospechosas de fraude. Las han señalado como responsables de un borrado de mujeres que no ha tenido lugar, como la aprobación del matrimonio igualitario tampoco destruyó el matrimonio. Esta ley no es solo un importante paso adelante para el colectivo LGTBI, sino para la sociedad al completo. La dignidad y los derechos humanos son cuestiones que nos conciernen a todos.

Julio César Ortega. Madrid

¡Ay, Marbella!

Está pasando casi desapercibido el escándalo de presunta corrupción protagonizado por la edil popular de Marbella debido a un patrimonio difícil de explicar —valorado en unos 12 millones de euros— y sobre el que el presidente de Andalucía evita pronunciarse en lugar de pedir ejemplaridad, eso de lo que siempre presume. Y es que la ejemplaridad, como la caridad, empieza por uno mismo: no estaría mal entonces exigir responsabilidades políticas a los propios antes de exigirlas a los contrarios. ¿Qué tendrá Marbella que acaba siendo la miel de las peores moscas políticas?

Raúl Calleja Fuentes. Palma del Río (Córdoba)

Barbecho intelectual

La primera vez que oí hablar del barbecho fue en el colegio. El concepto es simple, y lo recordé hace unos días escuchando cómo en un podcast dos mujeres reivindicaban la importancia del aburrimiento. Darnos la oportunidad de parar, de dejar de producir. Supongo que es justo entonces cuando aparecen la creatividad y el espíritu crítico, tras asentar toda la información a la que diariamente nos exponemos sembrando contradicciones e inseguridades. Quizás sea más difícil de lo que parece apelar al descanso en una sociedad que no para de instar a la hiperproductividad. Pero si la propia naturaleza nos enseña que una buena cosecha nace después de un descanso efectivo, tal vez deberíamos dar lecciones de repaso sobre nuestros sistemas de cultivo personal más a menudo.

Pilar Cortázar Gutiérrez. Málaga


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