El PSOE, a la alcaldesa de Marbella: “¿Usted va a dar cuentas o seguirá callada como lleva dos meses?”

El salón de plenos del Ayuntamiento de Marbella ha sucumbido en griterío a media mañana de hoy. “Si convocamos un pleno extraordinario: ¿Usted va a dar cuentas o seguirá callada como lleva dos meses?”, levantaba la voz el portavoz del PSOE, José Bernal, para dirigirse a la alcaldesa, Ángeles Muñoz (PP). Era el latigazo final de una retahíla de argumentos del socialista sobre el patrimonio de la regidora durante su turno de palabra, en teoría, para hablar de facturas municipales. Muñoz le había apagado el micrófono tras recriminarle que nada tenían que ver sus palabras con el tema a debate y había dado paso a Manuel Cardeña, concejal de Deportes. Todo fue a peor. La discusión arrancó por ver quién daña más a Marbella y acabó entre acusaciones de Gürtel e imputados. Solo la votación posterior puso fin a un duro enfrentamiento.

La forma de arrancar el pleno extraordinario del consistorio marbellí pone de relieve el clima de tensión que vive el municipio desde que se conociera a finales de octubre que tanto el marido como el hijastro de la alcaldesa están procesados en una trama de narcotráfico y blanqueo de capitales en la Costa del Sol. Más aún después de que se desvelase el patrimonio millonario de la regidora y de cómo está, solo tras la denuncia de los medios de comunicación, actualizase su declaración de bienes ante el Senado, donde ejerce como senadora por Málaga. Los socialistas se han aferrado al caso durante las últimas semanas para tratar de dañar la imagen de Muñoz y ésta, tras dar pocas explicaciones durante los primeros días (“Ni mi marido está en el procedimiento ni el Ayuntamiento tiene absolutamente nada que ver. Ni, por supuesto, yo como alcaldesa”, aseguró) ha pasado al silencio puesto que, entiende, de nada sirve lo que diga ante oídos que no quieren escucharla.

No ha sido éste el único capítulo de confrontación en el pleno municipal. A mitad de sesión, la concejal de Urbanismo, Kika Caracuel, criticaba lo que en el Partido Popular es una sensación extendida. “Entre ustedes hay un afán y es machacar a la alcaldesa. Hay que quitar a la candidata. Es una estrategia para eliminar a una persona de la candidatura al Ayuntamiento de Marbella. No todo sirve en política”, sostenía mientras miraba a la bancada socialista, a la que les recriminaba una última frase: “Son ustedes, con alguna excepción, malas personas”. José Bernal, del PSOE, saltó como un resorte: “Malas personas son los que roban y utilizan el ayuntamiento para desfalcar y defraudar. Cómo va a decir que somos malas personas. Malas personas son los que trafican con droga, esas son las malas personas”. Hace unas semanas, en un pleno ordinario con presencia de público que aplaudió varias veces a los populares, el portavoz del PSOE decía: “Hoy he tenido aquí un déjà vu de hace 20 años y me ha recordado a los plenos y a los tiempos de Jesús Gil, que los llenaba de palmeros eufóricos”.

El pasado 24 de octubre se conoció que la Audiencia Nacional procesaba a Lars Gunnar Broberg y Joakim Broberg, marido e hijastro de la alcaldesa Marbellí después de una operación policial contra el narcotráfico. El auto, firmado por el juez Manuel García-Castellón, el padre ayudaba a su hijo a blanquear dinero procedente de la venta de estupefacientes. Más tarde, una serie de informaciones publicadas por eldiario.es cifraban en 12 millones el patrimonio de la alcaldesa, que horas más tarde actualizaba su declaración de bienes en el Senado. Fue la gota que colmó el vaso. Y un clavo al que agarrarse cara a las próximas elecciones municipales, para las que Marbella parece ya haber entrado en campaña.

El PSOE ya había afeado al presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, su silencio sobre la trama criminal, aunque éste si se pronunció sobre el patrimonio de la regidora. “Desconozco los orígenes, pero seguro que son lícitos y legales”, aseguró. Pidieron más tarde explicaciones a al líder de los populares, Alberto Núñez Feijoo, para que se mojase sobre la situación. No lo hizo. Y en su partido, a nivel público, la defienden insistiendo en que ella no está imputada. De puertas para adentro, hay dudas porque el asunto incomoda “y preocupa” al Partido Popular, según pudo confirmar este periódico. Mientras, Muñoz guarda silencio y se refugia en sus explicaciones de que todo su patrimonio es anterior a mayo de 2007, cuando fue elegida alcaldesa, salvo una propiedad que adquirió apenas un mes después de estar en el cargo.

De momento, en el PP mantienen que Muñoz seguirá siendo la candidata en las próximas municipales, puesto que la política de la casa es que los alcaldes y alcaldesas repitan siempre que quieran. Es decir, la mantienen salvo que ella decida no presentarse. Quizá pese en esa reflexión la comisión de investigación que el PSOE pidió hace unos días en el Senado tras acusarla de haberse saltado el Código de Conducta de las Cortes Generales después de actualizar su patrimonio. La acusaron, igualmente, de “falsear” datos con el objetivo, “más que probable”, de “encubrir las presuntas actividades delictivas de su entorno más cercano y ocultar el enriquecimiento ilícito fruto de dichas actividades”.