El despropósito de los bonos Renfe

Mi hijo es estudiante universitario en Sevilla. Cuando salieron los bonos Renfe pensamos que evitaría desplazamientos en coche, supondría un ahorro energético, una buena medida contra el cambio climático y un importante ahorro económico. Quiero pensar que quienes idearon e implementaron semejante medida suponían que la sociedad estaba ya al nivel de otras en civismo y educación. Pero la realidad, por desgracia, se impone nuevamente. La sociedad española sigue anclada en la picaresca del siglo XVI. Somos la España del Lazarillo, del listillo, del que alardea por engañar a Hacienda, por pagar sin IVA, del que ya ha reservado viajes en tren (los use o no) de aquí a diciembre, incluso con diferentes horarios y que no se molesta en anularlos si no los usa, porque total, los pringados que sacan los billetes cuando realmente lo necesitan no se merecen poder viajar. Todos los trenes entre Sevilla y Cádiz en horarios de fin de semana hasta diciembre, están completos. Sin embargo, la realidad es que muchos trenes van vacíos. En España, cualquier medida de gratuidad debe tener un control o restricción.

Mª Rosa Chillerón Peña. Cádiz

Barcelona

A menudo se habla de Barcelona como una ciudad bella, cosmopolita, innovadora y con futuro. No lo niego, pero para los que vivimos aquí, paseamos, trabajamos y hacemos compras no está tan claro ese futuro. Veo cada día que Barcelona está sucia, más dejada que nunca, ruidosa y muy cara. Le faltan árboles y le sobran coches; le faltan pájaros y le sobran aviones. Hacen falta muchos parques y zonas verdes; ha de ser una ciudad más amable con sus niños, sus mascotas y sus ancianos. Y, sobre todo, ha de tener precios acordes a los salarios de sus ciudadanos para que estos puedan vivir en ella y disfrutarla. No hace falta más que viajar un poco y ver otras ciudades europeas para entender y recuperar una Barcelona de verdadero futuro.

David Sánchez-Etayo Pacheco. Barcelona

Nosotros somos más

Quiero llenarme de un optimismo de manos juntas, de tolerancia y buena patria. Porque estoy seguro de que nosotros somos más. Más de los que hacen de un mitin político una charlotada histórica llena de falsos mitos. Más de los que jalean a unos tipos cantando en un escenario lleno de ceniza y sarro: “vamos a volver al 36”. Somos más los que educamos a nuestros hijos para que no griten desde el confort de su mal colegio de niños bien a nuestras hijas: “putas, ninfómanas, os vamos a follar”. Nosotros, amigos, compañeros, compatriotas. Nosotros somos más.

José A. Martínez Lamoca. Madrid

Publicidad de pago

Acabamos de conocer que Netflix sacará al mercado una nueva versión más barata, pero esta incluye pausas publicitarias. Las plataformas digitales han triunfado por su variedad de contenidos, su facilidad de reproducción y la ausencia de publicidad. Pero con esta modalidad los suscriptores tendrán que esperar aproximadamente cuatro minutos en el inicio de un contenido pagado, además de los parones a mitad del episodio. ¿Vale la pena pagar menos por ver anuncios? ¿Los jóvenes sabrán esperar para ver el contenido?

Alejandra López Díaz. Leganés (Madrid)