_
_
_
_
editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Conspiración delictiva

La enorme condena en EE UU al locutor de extrema derecha Alex Jones pone límites necesarios a los bulos que envenenan el debate público

Alex Jones
Alex Jones, se dirigía a su seguidores el 20 de enero de 2020 en Richmond (Virginia).SHAWN THEW (EFE)
El País

Un jurado de Connecticut condenó el miércoles a Alex Jones, locutor radiofónico y líder mediático de la extrema derecha paranoica de Estados Unidos, a pagar 965 millones de dólares en indemnizaciones por el daño causado a las familias de los niños asesinados en la escuela primaria Sandy Hook. En aquella escuela primaria, en diciembre de 2012, un exalumno mató a tiros a 20 niños de seis y siete años, además de seis profesoras. Jones, por entonces un radiopredicador en los márgenes de internet, comenzó a propagar la teoría de que la masacre no se había producido, que los padres y los niños eran actores y que se trataba de un montaje del Estado profundo para justificar restricciones a la tenencia de armas. Ha mantenido este disparate durante una década, y se ha hecho rico con él. Por el camino ha machacado con vileza desde su púlpito a unos familiares que trataban de sobrevivir a un dolor inimaginable. Los padres han recibido amenazas de muerte y agresiones verbales de seguidores de Jones, además de ser humillados sistemáticamente en el universo ultraderechista de internet.

La indemnización que debe pagar se reparte entre 14 familias demandantes y un agente del FBI víctimas de los bulos. Se suma a otra anterior de 45 millones de dólares y otra de 4,1 millones. Afecta tanto a Jones como a la empresa editora de su programa InfoWars. La sentencia, que será recurrida, tiene el potencial de arruinar a Jones, que ya declaró en quiebra su empresa el pasado verano para evitar el embargo. Jones ha alimentado todas las conspiraciones tóxicas de EE UU (está investigado también por el asalto al Capitolio) y con ello ha creado una audiencia que le ha proporcionado patrocinios y un canal de venta con el que ha amasado una fortuna calculada entre 135 millones y 270 millones de dólares.

Jones proclama que las denuncias contra él son una operación de fuerzas oscuras para sentar un precedente que recorte la libertad de expresión en EE UU. Es cierto que el delito de difamación pone a prueba la amplísima versión de ese derecho que disfrutan los estadounidenses. Pero en este caso confluyen todas las agravantes. Jones era consciente de la mentira, la difundió de forma repetida, se benefició con ello y causó un daño tangible a las víctimas de su bajeza. La crueldad de Jones contra estas familias no es muy diferente, por ejemplo, de la que padecieron en España las víctimas del 11-M que rechazaron las fabulaciones interesadas con las que algunos medios engordaron su audiencia. En la era de las redes sociales, se trata de un importante precedente para disuadir de la propagación irresponsable de bulos que, disfrazados de opinión, niegan la realidad y enfrentan a la sociedad en beneficio de quienes los crean. Los hechos alternativos no existen. Se llaman mentiras. Y cuando producen daños reales, merecen castigos reales.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_