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tribuna
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¿Qué hace, Johnny Depp, un chico como tú en un sitio como este?

Llega a resultar incómodo el caluroso apoyo que tras su mediático juicio el actor ha recibido por parte de sus amigos del mundillo del rock

Johnny Deep y Jeff Beck tocan en el escenario.
Johnny Deep y Jeff Beck tocan en el escenario.

Todo el mundo (o casi todo) tiene una opinión sobre el mediático juicio entre Johnny Depp y su expareja Amber Heard. Y digo “casi” porque el asunto parecía darle absolutamente igual al público, parejas de sesentones por lo general, que el pasado 7 junio disfrutaron el último concierto de la gira británica de Jeff Beck en York. Las entradas se habían agotado antes de que se supiera que Depp iba a acompañar en el escenario al mítico guitarrista y con la excepción de un espectador disfrazado de Jack Sparrow, solitario adalid de la esperpéntica cruzada, en York no había muchas señales de los fans y morbosos que habían ovacionado a la estrella de Hollywood en otras ciudades.

Durante los primeros 40 minutos del concierto, Beck tocó todos los palos, desde el jazz hasta el heavy metal. La agilidad y precisión de sus manos no hicieron más que corroborar que aún sigue siendo, a sus casi 78 años, uno de los mejores guitarristas vivos. Luego, con su característica timidez, invitó al escenario a su “amigo Johnny”. Allí lo recibieron a su vez los cuatro también talentosísimos músicos (tres mujeres y un hombre) de Beck; aunque la estampa, los dos millonarios entrados en años (y, en el caso de Depp, carnes) rodeados de tres chicas jovencísimas y guapísimas, tenía algo de cutrez berlusconiana.

Durante el concierto, Depp, que forma parte del grupo The Hollywood Vampires (junto con Alice Cooper y el guitarrista de Aerosmith, Joe Perry), dio lo mejor de sí en una impresionante versión de la canción de los Killing Joke The Death and Resurrection Show. El manejo de la voz y la guitarra del actor, sin embargo, no estuvieron a la altura de la del resto de los músicos en escena. Su falta de carisma tampoco ayuda. A partir de su aparición, el ambiente se fue enfriando lenta e irremediablemente y no fueron pocos los que, durante los bises “de protocolo” finales, aprovecharon para abandonar el local antes y así evitar las aglomeraciones. Los que, por el contrario, aguantamos hasta el final de los escasos 75 minutos que duró el concierto salimos algo mohínos y decepcionados.

Además del falso Jack Sparrow, la única otra referencia al juicio durante el concierto fue la que hizo la telonera, Sharon Corr (más conocida por el grupo que formó en los noventa con sus hermanos). En un momento de agradecimiento a las estrellas de la noche, la artista irlandesa mencionó la “valentía” con la que Depp había encarado su “victoriosa” lucha por la verdad. Dejando de lado el tufillo militar de sus palabras, la afirmación ofrece una visión muy sesgada de lo ocurrido. El dictamen del jurado de Estados Unidos contra Heard y su artículo del The Washington Post por vulnerar el derecho al honor de Depp no anula el resultado radicalmente opuesto del anterior juicio de 2020 en Reino Unido. Recordemos que en aquella ocasión el juez británico desestimó una acusación muy similar por difamación (esta vez en contra del periódico amarillo The Sun) porque había pruebas de que Depp era “efectivamente un maltratador”. La sentencia fue ratificada en 2021 por el Tribunal Supremo de Londres, que denegó la petición de recurrir la decisión por parte de los abogados del actor. ¿Por qué se llegó a resoluciones tan diferentes? Lisa y llanamente por las diversas maneras con las que ambos sistemas legales abordan los casos de difamación, el uno (el estadounidense) tiende a darle peso a la intención del acusado, el otro (el británico), a la veracidad de lo dicho.

En todo caso, y más allá de las opiniones que cada uno puede tener sobre el tema, me incomoda el caluroso apoyo que Depp ha recibido por parte de sus amigos del mundillo del rock y pop. Incluso la indomable Patti Smith ha vuelto a tocar en concierto Nine, la canción que escribió en 2011 para el actor durante el rodaje de The Rum Diaries. Está por verse si Hollywood volverá a abrir sus puertas al creador del pirata más taquillero de la historia; pero, por el momento, Depp parece más sentirse más cómodo (y querido) en los estudios de música que en los de cine. De hecho, como anticipo de su álbum conjunto, Beck y Depp han sacado una versión de la canción de John Lennon Isolation. La correspondiente parafernalia de merchandising no se hizo esperar y ya se venden en la página web de Beck camiseta, gorras y sudaderas. Imagino que los creadores (y potenciales compradores) de tan originales productos se identifican con la letra de la canción (una oda del ex-Beatle a la alienación que traen la fama y las drogas) y no con la biografía de su autor. Y, sin embargo, cómo no evocar que Lennon, junto con Nelson Mandela o Bob Marley, pertenece a ese extraño club de íconos culturales a las que el siglo XXI parece haber perdonado el maltrato a sus parejas.

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