No mirar a la Tierra

No deja de sorprender la capacidad humana de crear aparatos como el telescopio espacial James Webb que nos permiten observar lugares tan lejanos como los orígenes del universo. Pero más sorprendente es que no seamos capaces de girar ese telescopio y mirar hacia la Tierra y poder presenciar casi en directo cómo la estamos destruyendo. Los fenómenos naturales extremos que estamos viviendo, olas de calor y frío tremendas, incendios forestales, inundaciones, sequías, desforestación, desaparición de la biodiversidad, son consecuencia directa de la acción humana, de nuestro desarrollo económico sin control, de nuestro consumo irresponsable de los recursos naturales y de los combustibles fósiles que utilizamos para cubrir las necesidades energéticas. Para ver el desastre que se nos avecina no necesitamos unas inversiones milmillonarias como las que ponemos en marcha para explorar el universo; solo necesitamos tomar conciencia de que la vida que llevamos está comprometiendo la propia vida en la Tierra.

Luis González Carrillo. Leganés (Madrid)

‘Vergonya’

Titulo esta carta con la palabra “vergüenza” en catalán. Es lo que me han hecho sentir un puñado de autodenominados independentistas, insolidarios con el dolor de familias y víctimas de las acciones terroristas en Barcelona y Cambrils en 2017. Si no creen en lo investigado, explicado y juzgado, de sobra han podido manifestarse durante estos años. Hacerlo en el acto de homenaje y reconocimiento es buscar un minuto de protagonismo que su inviable proyecto político ha dejado de tener, desvirtuando el respeto que catalanes, independentistas o no, sentimos hacia las familias y víctimas.

Angel Andrés Villuendas. Barcelona

Las bibliotecas no son para el verano

No sé en cuántos lugares de España sucederá, pero en la ciudad donde vivo, cuando llega el verano el tiempo que permanecen abiertas las bibliotecas se reduce a la mitad o menos que durante el resto del año. Cierto es que sus empleados tienen que coger vacaciones, pero las administraciones a las que corresponda deberían hacer un esfuerzo económico para procurar que los horarios se mantengan, pues difícil será fomentar la lectura si en esa época del año en la que la gente tiene más tiempo libre no puede ir por las tardes a una biblioteca, y dispone solo de las mañanas para ello o para coger prestado algún libro. Además, algunas cierran también los sábados.

Enrique Angulo Moya. Burgos

Yo también quiero ser ‘influencer’

¡Ya me he hartado de mi trabajo! Eso de madrugar cada día, ser responsable en tu trabajo, resolver y solucionar problemas y no recibir casi ninguna palabra de agradecimiento, acompañado de un sueldo no demasiado boyante, después de haber hecho una carrera superior, hacer cursos a mansalva, estudiar idiomas y demás... ¿Por qué no ser influencer y vivir estupendamente? Acabo de leer el artículo de este diario titulado ¿Se puede estudiar para ser influencer? y no doy crédito. ¿Que los padres animen a los niños a ser influencer al igual que los animan a jugar al fútbol? Apaga y vámonos. Ya no sé entonces para qué van a ir a la escuela y qué interés van a tener en aprender nada.

Christine Anna Sanz Ahren. Villaviciosa de Odón (Madrid)