Más allá de Robin Hood
Con los impuestos no se le roba a nadie, sino que todos ganamos, ya sea en bienestar y justicia, ya sea en tranquilidad y dignidad


Según una antigua historia china, a un sabio le fue concedido ver el infierno y el cielo antes de morir. En el infierno vio una mesa repleta de manjares. Y, sentada a cierta distancia, una masa de gente hambrienta, provista con unos largos palillos, con los que le resultaba imposible llevarse la comida a la boca. Llegado al cielo, el sabio vio la misma escena. Si bien al cabo de unos instantes reparó en que allí los unos se daban de comer a los otros. Lo que más me gusta de esta historia es su realismo. Me refiero, claro está, a que la lógica del castigo y la recompensa no es de corte trascendente, operada por ángeles y demonios, y dependiente del dictamen de alguna divinidad o idea exterior al mundo, sino que emana de la lógica misma de la realidad, donde la generosidad y la colaboración suelen resultar beneficiosas, y el egoísmo y la crueldad, perjudiciales. Como dice el refrán: “¿Haces mal? Espera otro tal.”
Pero no se trata sólo de una cuestión ética, sino también política. Pues, desde el fondo de una sociedad injusta, se elevan tanto los vapores del odio y la violencia, como las nubes de las que caerá la lluvia ácida del miedo y la indignidad. Es la teoría neoliberal del goteo, pero al revés. Por eso una sociedad injusta es doblemente miserable, pues provoca en los más desfavorecidos el sufrimiento de la pobreza y el resentimiento, y en los más acaudalados, el padecimiento del miedo y la indignidad. Valga como prueba que no sólo quieran huir de este tipo de sociedades los primeros, que buscan en Europa la prosperidad y la justicia que no tienen y desean, sino también los segundos, que buscan evitar la inseguridad y la violencia que infligen y aprovechan.
Por eso es un error presentar el sistema tributario como la institucionalización del espíritu de Robin Hood, que robaba el oro de los ricos para dárselo a los pobres. Con los impuestos no se le roba a nadie, sino que todos ganamos, ya sea en bienestar y justicia, ya sea en tranquilidad y dignidad. Es un win-win, por usar el dialecto neoliberal. No necesitamos visitar el infierno de Guatemala, ni el purgatorio de Detroit, para comprender que el único paraíso imperfecto al que podemos aspirar es el de la justicia social. Cojamos, pues, los largos palillos de la solidaridad y el esfuerzo, y alimentémonos los unos a los otros con los manjares de la educación, la sanidad y la igualdad de oportunidades. Nihao, o como se despedían los humanistas en sus cartas: Si tu vales, ego valeo. Si tú estás bien, yo estoy bien.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
Un récord para Mbappé en la noche del desencanto del Bernabéu con el Real Madrid
La Real Sociedad ya tiene nuevo entrenador: Pellegrino Matarazzo
Una manifestación recorre el centro de Valencia para denunciar que el precio de la vivienda es “impagable”
Real Madrid - Sevilla | Mbappé, tras igualar el récord de goles de Cristiano: “La celebración era para él, es mi ídolo”
Lo más visto
- Uno de los promotores de la señal V-16 de tráfico: “Es duro oír el testimonio de víctimas que han sufrido amputaciones al poner los triángulos”
- Cae una organización que enviaba camiones cargados de cocaína desde Marbella hasta varios países europeos
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción
- La Administración de Trump publica solo una parte muy censurada de los papeles de Epstein, aunque la ley le exigía difundirlos “todos”






























































