El fin del mundo está aquí (y el almuerzo de los Borbones)

Lo primero: Juan Carlos. Tiene mucho mérito el comunicado de la Casa del Rey del otro día. Durante el último viaje privado del rey Juan Carlos I a su país ―no hay que olvidar que fue una visita para dar explicaciones sobre que no hay que dar explicaciones―, se produjo un almuerzo en familia. Todos juntos. Muy campechanos. Allí, entre primeros y segundos platos, estaba también la reina Sofía, alejada y apartada. Según el texto real, ojo. Sentada, observaba a todos con mascarilla tras dar positivo en covid a la vuelta de su viaje a Miami, que, por lo visto, se lo confirmó. Y se formó la gozadera en Twitter.

Hay muchos detalles que no han trascendido. Seguramente, como hizo con su padre en Abu Dabi, el rey Felipe VI viajaría también en secreto a Miami unos días antes para llamar por teléfono a su madre. Le diría que no podrían verse en esas circunstancias, que lo mejor era coincidir todos en el salón de casa con las ventanas abiertas. Obvio. Claro que no es fácil ventilar esa casa, pero allá cada uno. Qué escena todos juntos. Qué país. Qué serie. La emeritocracia en todo su esplendor podría ser un buen nombre. En el plebeyo patio tuitero esto provocó cierta catarsis patria que no conviene olvidar.

Las palomitas se agotaron en cuestión de segundos. “Quiero saber el nombre de este guionista”, escribió uno. Otros exigieron una PCR más independiente. Es decir, una Prueba de Coronavirus Real. “Ya es casualidad que sea positiva”, rozó la tendencia durante horas con las comillas ―guiño, guiño― entre los negacionistas más republicanos. “Un almuerzo en Zarzuela con Felipe, Letizia, el emérito, la infanta Elena, Victoria Federica, Froilán y la reina Sofía con covid y mascarilla se mea en todas las temporadas de The Crown y Sucession”, escribió Javier Durán. En fin. En resumen: Juanjo Puigcorbé, calienta que sales.

Más cosas tuiteras. La semana ha estado muy, pero que muy movida. Telecinco, sin previo aviso, fue con todo en su perfil oficial a la una de la tarde del sábado. Hay mañanas en las que uno abre el móvil y, literalmente, lo abre. Titular: “La erupción del volcán de Yellowstone podría acabar con toda la humanidad y provocar la próxima Edad de Hielo”. Efectivamente, Pedro Piqueras no trabaja los findes. Si bien es cierto que Ana Rosa con esto te hace tres temporadas, malo será que Iker Jiménez no abra un canal 24 horas en las próximas horas. ¿Qué dirá el doctor César Carballo de todo esto? A saber.

El volcán estadounidense de Yellowstone, explica la información, causaría consecuencias catastróficas en todo el mundo si entrara en erupción, un hecho que sucede cada 600.000 años. Y, por lo que sea, toca otra vez. “Desde la ONU”, continúa el texto, “han señalado que provocaría una hambruna mundial, dejándonos con reservas de alimentos suficientes para sobrevivir durante dos meses y medio”. 75 días para comprar papel higiénico, vamos.

La cuestión es que después de una pandemia, el volcán de La Palma, la invasión rusa, la viruela del mono y, sobre todo, la Decimocuarta, el pueblo está ya más que inmunizado. Ni un mísero arqueo de cejas. “¿Y tengo que recoger el tendedero hoy o mañana?”, tuiteó uno. “¿Cómo va a provocar la Edad de Hielo si lo que saca es lava?”, lanzó otra. “Mira, yo ya no empiezo más dietas. A tomar por culo la 38″. “Y el Betis, campeón de Copa”. Uno más, porque Yellowstone bien vale un final digno: “¿La solución? Bajar impuestos”. Tranquilidad. Como bien dice la noticia en su quinto párrafo: “Afortunadamente, Yellowstone solo ha tenido tres erupciones en los últimos dos millones de años”. Malo será que no reviente mañana y tenga que salir a dar explicaciones. ¿De qué? Ja, ja, ja.