En la Luna
El Tesla flota en la oscura nada cargando la horrenda soledad de Starman. Pienso: “El muñeco está vivo”. Siento terror
Sábado. Leve resaca por fiesta del día anterior. Detrás del dolor de cabeza, escenas entrecortadas (todo el mundo con los sentimientos a la vista en una pista de baile, una chica tocando el ukelele en el baño, fractales luminosos, tensión extática, una espalda de piel cremosa que daban ganas de lamer), el viaje de regreso con desconocidos, la casa, la cama, el sueño sereno. Domingo a la mañana. Cielo terso color azul-personal-trainer. Pan amasado en casa, dulce de peras, el devenir de las horas, el día como una columna de luz girando en torno a un eje armónico. Poca necesidad de movimiento. Leo este poema de Raymond Carver (Todos nosotros, Anagrama, 2021): “Su cerebro es un desván en el que / se guardan cosas durante años / De vez en cuando su cara aparece / en el ventanuco del techo. / El rostro triste de una persona a la que encerraron / y se olvidaron de ella”. En la televisión pasan Apollo 13 (la película sobre la fallida misión a la Luna de 1970) y vuelve mi recuerdo falso: 20 de julio de 1969, estamos en el living de la casa de mi abuela, vemos en el televisor los primeros pasos del hombre en la superficie lunar. Lo recuerdo perfecto y es mentira (no puedo recordarlo porque tenía dos años y medio): estoy vestida de lino blanco y con sandalias rojas (eso es imposible porque era invierno); mi padre usa traje (jamás usaba traje). A la noche, el hombre con quien vivo me muestra el horror: cuatro años atrás, Elon Musk lanzó al espacio un Tesla Roadster, un deportivo descapotable tripulado por un muñeco de plástico, Starman. El auto orbita a 377 millones de kilómetros de la Tierra. Si el equipo de música sigue operativo, Starman ha escuchado Life on mars?, de Bowie, 270.000 veces. Hay vídeos: el Tesla flota en la oscura nada cargando la horrenda soledad de Starman. Pienso: “El muñeco está vivo”. Siento terror, como si me hubieran revelado la fecha de mi muerte. Todo es pavoroso, supremamente bello.
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