_
_
_
_
ANATOMÍA DE TWITTER
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Orgullo de ‘kelly’

El mundo de la cultura visibiliza la problemática de las camareras de piso y trabajadoras del hogar que se difunde a través de numerosas cuentas de Twitter

Ferran Bono
Kellys de Benidorm
Camareras de piso de Benidorm con el reparto de la obra 'Las que limpian', en Valencia, en una imagen de Twitter de la cuenta 'Las kellys Benidorm'.

Las mujeres de la limpieza, las empleadas del hogar, las cuidadoras de ancianos y niños, las camareras de piso de los hoteles (también llamadas kellys) son primas. O podrían serlo, según cuenta Brenda Navarro en su reciente novela Ceniza en la boca. Primas porque para conseguir un trabajo la protagonista y sus amigas se recomiendan unas a otras de esta manera. “¡Ella es muy buena y muy trabajadora, es mi prima! Y cuando les decías eso a las empleadoras como que cambiaban de actitud. Bueno, si es tu prima, tráetela, que sea tu responsabilidad. Y aunque fueran ecuatorianas, de República Dominicana o de Bolivia, eran primas”, relata la autora mexicana, afincada en España, en el libro editado por Sexto Piso. La supuesta relación de parentesco, en cualquier caso, no era obstáculo para la explotación en enormes pisos del ensanche barcelonés al cuidado de una anciana abandonada por los suyos.

Las trabajadoras domésticas han logrado ganar mucha visibilidad en los últimos años en España gracias a su lucha. Son numerosas las personas de este gremio feminizado que se han asociado para defender sus derechos y reivindicar un trato digno del denominado primer mundo. Ha habido avances, pero la situación de precariedad sigue lejos de normalizarse a pesar de la centralidad de su labor para tantas familias. El mundo de la cultura también está contribuyendo a esa visibilidad y a evidenciar la hipocresía que anida en la sociedad, al tiempo que Twitter se ha convertido en una herramienta básica para la difusión de información y de la problemática del colectivo.

La escritora y socióloga Brenda Navarro lo hace a través de la literatura, en primera persona, sin ser autoficción, con una novela incisiva que plantea, en definitiva, qué vida merece la pena vivir. Las gallegas de la compañía teatral A Panadaría emplean el humor en la obra Las que limpian, ahora en cartel en el Teatro María Guerrero de Madrid. Se trata de una divertida farsa laboral en la que, entre risas, se describen los pormenores de la faena y del comportamiento de los empleadores en un montaje armado a partir de un estudio de campo y de las experiencias de familiares de las actrices y autoras. La dibujante de cómic Ana Penyas y la investigadora Alba Herrero entran de lleno en el tema mediante un cómic y una exposición que se podrá ver en noviembre en el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), en un proyecto híbrido entre la narración gráfica y el análisis social surgido de los testimonios de 14 empleadas del hogar y del trabajo conjunto con ellas.

Las kellys de Benidorm, tan activas y resolutivas, destacan en su cuenta de Twitter con casi 3.400 seguidores cómo disfrutaron de la obra teatral Las que limpian a su paso por Valencia y publican una foto de ellas con el reparto. “Gracias”, le agradecen en un tuit a las actrices, “por ese rato tan genial, x vuestra interpretación y creación, x dedicar vuestra obra a tantas mujeres ‘que han decidido sacudir las alfombras’, reventar el suelo pegajoso”. Ya fuera del ámbito cultural, el tono de los tuits es diferente, como en el que piden más acción al Gobierno a propósito de una respuesta parlamentaria del Ejecutivo: “¿En serio hace falta humillarnos, tomarnos por tontas? Estamos de jornadas y estudios hartas, ya hay muchos, dejen de marear para no llegar a ningún sitio. Manden inspectores y técnicos de prevención a los hoteles, y actúen”.

Son numerosas las cuentas en Twitter y en otras redes sociales de limpiadoras domésticas y kellys, el correlato en internet del asociacionismo de las mujeres. No obstante, todavía hace falta una mayor concienciación e implicación entre las propias afectadas, según se manifiesta en un reciente tuit de la cuenta Las Kellys Barcelona, con más de 13.400 seguidores, en la que también se hace profesión de orgullo: “Aunque hay cientos de miles de camareras de piso en nuestro país, no se puede decir que todas son kellys. Ser Kelly implica un grado muy elevado de conciencia, sacrificio y responsabilidad por el colectivo y por la humanidad”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_