Victoria de Macron: al fin una noticia aburrida
A los populares les han echado en cara que elogien el centrismo de Macron para luego pactar con los amigos de Le Pen
Por suerte, aún se publican noticias previsibles: Macron ha ganado la segunda vuelta de las elecciones francesas con un margen algo mayor al que preveían las encuestas. Sí, en Twitter abundan las advertencias de que esta victoria tampoco es para alegrarse mucho: la candidata ultra, Marine Le Pen, ha logrado su mejor resultado, con más de un 40% de los votos, y hay muchas dudas acerca de lo que puede pasar en los próximos años. Pero quedémonos con la parte buena y alegrémonos por el hecho de que no ha habido sorpresas, que no es poca cosa.
Y más si tenemos en cuenta que para lograr este resultado Le Pen ha tenido que maquillar su imagen y su lenguaje, como tuiteaba la periodista Anne Applebaum y como recordaba Silvia Ayuso en EL PAÍS. Es decir, para lograr su mejor resultado ha tenido que ir de soseras, en lugar de dedicarse a epatar a los tuiteros al estilo de Trump o, en España, de Vox.
And no, Macron sinking 8 percent as an incumbent is not a sign of the End of Days. Also, Le Pen had to remake her image, moderate her language, stop saying she would leave the EU and even belatedly attack Putin in order to do this well.
— Anne Applebaum (@anneapplebaum) April 24, 2022
Estábamos tan acostumbrados a cambios de guion a última hora que una de las palabras más tuiteadas la noche del domingo y la mañana del lunes fue “alivio”. Hace ya años que echamos en falta algo de aburrimiento y nos sobran los tiempos interesantes: después del sí al brexit en 2016, llegó la victoria electoral por sorpresa de Trump y de susto en susto hemos acabado metidos en una pandemia de la que no acabamos de salir, mientras Rusia quiere reeditar la guerra fría con la creencia de que esta vez le toca ganarla. En España también hemos tenido nuestra ración de giros imprevistos, con dos repeticiones electorales (en 2015 y 2016, con Rajoy, y en 2019 con Sánchez), además de una moción de censura exitosa.
Incluso en el Partido Popular había algo parecido al alivio: Alberto Núñez Feijóo hablaba en un tuit de la “estabilidad, centralidad y moderación” de Macron; Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, elogiaba el europeísmo moderado y centrado del presidente francés; Alfonso F. Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, aseguraba que la victoria de quien fuera ministro de Economía socialista “representa la moderación y el diálogo”.
Los tuiteros se lanzaron a la yugular de estos mensajes, recordando que Mañueco acaba de pactar con Vox y que, posiblemente, Moreno también necesitará los votos de este partido cercano al Reagrupamiento Nacional de Le Pen. Era un poco como enumerar las bondades de la dieta vegana mientras uno se come un chuletón: puede que el discurso sea sincero, pero queda raro. Y más cuando en las respuestas a estas felicitaciones muchos mostraban un tuit del eurodiputado de Vox Jorge Buxadé en el que publicaba una foto junto a Macarena Olona y Marine Le Pen, celebrando los resultados de la candidata derrotada.
Francia ha decido seguir por el camino de la estabilidad, la centralidad y la moderación.
— Alberto Núñez Feijóo (@FeijooGalicia) April 24, 2022
En un momento tan transcendental, el pueblo francés nos envía un mensaje muy importante: ha elegido seguir construyendo una Europa más fuerte y unida.
Enhorabuena, @EmmanuelMacron 🇫🇷
Enhorabuena @EmmanuelMacron. Su triunfo en las elecciones presidenciales francesas representa la moderación y el diálogo, así como la defensa y el valor de la Unión Europea. #CastillayLeón seguirá estrechando lazos comerciales, económicos y culturales con #Francia 🇫🇷
— Alfonso F. Mañueco (@alferma1) April 24, 2022
Pero volviendo al principio y dejando a un lado esta tendencia habitual de interpretar todas las noticias internacionales en clave electoral española, resulta reconfortante que de vez en cuando podamos leer titulares que podríamos haber adivinado la semana pasada. Titulares que además no necesitan tesis sofisticadas ni hilos larguísimos para entenderse: a nadie le gusta Macron, pero una amplia mayoría le prefiere a él como presidente si la alternativa es una ultranacionalista amiga de Putin. Ojalá podamos seguir leyendo titulares aburridos en el futuro. ¿No sería bastante soporífero que Putin se rindiera? ¿O poder echarle un vistazo a la factura de la luz entre bostezos? ¿O entrar en Twitter y leer un par de buenos chistes y no decenas de memes sobre el fin del mundo? Un poco de tedio no vendría nada mal.
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