De Le Pen a Vox

Nuestro mayor y más parecido vecino, Francia, decide hoy sobre su nuevo Gobierno en una segunda vuelta electoral entre los dos partidos más votados. O siguen con el de centro-derecha de Macron, o aceptan el creciente partido de Le Pen, que por su relativa novedad y fuerte extremismo reclama nuestra especial atención. Macron consiguió el 27,8% de los votos, y Marine Le Pen, sin experiencia gubernamental, el 23,1% en la primera vuelta. La mayoría de los partidos han pedido que hoy se vote a Macron para evitar el triunfo de la extrema derecha. Ya en 2017, Marine Le Pen sostenía que no podía cumplir su programa electoral en más de un 10% sin salir de la Unión Europea, algo que sólo quieren los ultraderechistas. ¿Cómo puede, pues, afirmar ahora que “quiero hacer un Gobierno de unidad nacional” “sin anticiparme a la voluntad de los franceses”, escogiendo sin mirar si son de derechas o izquierdas, cuando rechaza y es rechazada por ambas? No cabe mayor embuste a los votantes. Tengámoslo muy en cuenta también aquí, ante el relativo auge de su hermano gemelo, Vox.

Martín Sagrera Capdevila. Madrid

Cuidémonos del cambio climático

Hace un tiempo que parece que tenemos el fin del mundo pisándonos los talones. Muchos pensamos que se está fraguando lo inevitable, ¿pero realmente se está haciendo algo contra el cambio climático? La temperatura de la Tierra no para de aumentar. Este año en el Sur de España no hemos tenido casi invierno, las mañanas al sol de enero han sido nuestro día a día. Excepto las lluvias del mes de marzo y de abril. ¿La sociedad es consciente del problema?, ¿por qué no existe una educación ambiental al respecto? Olas de calor, sectores laborales afectados por la sequía, cambios bruscos de temperatura, inundaciones, incendios forestales… La huella climática tiene vida propia y viene a por la nuestra y por la de nuestro planeta. Cuidar la Tierra y los ecosistemas es cuidar de nosotros mismos.

Estefanía Mena Rivera. Sevilla

Espionaje

Me llama la atención que los políticos “se enteren” ahora de que son espiados y controlados, incluso que digan que es un espionaje ideológico y que se rasguen las vestiduras. Incluso yo sé que existe el CNI y que se dedica a espiar. Resulta que los ciudadanos estamos vigilados y controlados a todas horas, saben donde estoy, con quién voy y vengo, a qué horas, cuánto dinero tengo. Si viajo y adónde. Si se me ocurre hablar en mi casa de algún producto y enseguida mis redes sociales y mi correo se llenan de publicidad de ese objeto. Si entro en una aplicación, las cookies enseguida se encargan de recomendarme productos invadiendo mi intimidad. ¿No deberían preocuparse los políticos de que no se investigue ni se controle a todos los ciudadanos antes de preocuparse si los vigilan a ellos y sepamos su ideología y sus chanchullos?

Vicente Quijano Álvarez. Madrid