Consecuencias de la guerra

Las consecuencias de esta maldita guerra, fuera de las evidentes en la zona de contienda, en el resto del mundo ya las estamos viendo. Crisis de comercio y económica, aumento insoportable de los precios de la energía, inflación desbocada, perspectivas de crecimiento a la baja, cuando no de franca recesión, con toda la repercusión social que eso conlleva. En el mejor de los casos, aun en el supuesto improbable de una guerra de breve duración, se avecina una era de nuevos telones de acero, una nueva guerra fría, un periodo de desconfianza entre países y entre bloques lo que conlleva al rearme y el aumento de los presupuestos en defensa, que ya se anuncian en medio de la alegría de las empresas armamentísticas, con la consiguiente reducción de los presupuestos en cooperación, en desarrollo, en gasto social, en ciencia, en lucha contra el cambio climático y en tantas otras cosas mucho más perentorias, como si no hubiera ya suficientes problemas en el mundo. Y eso en el mejor de los casos; los peores escenarios no quiero imaginarlos.

Sebastián Fernández Izquierdo. Petrer (Alicante)

Investigación de las residencias

Leo de cerca la información sobre el problema de las residencias de mayores porque quizá esté cercana mi propia necesidad de alguna. Es triste ver como la derecha ha negado cualquier investigación a fondo sobre unas muertes nada claras y sobre las que decidió no se sabe quien. Sé que los mayores parecemos ya un estorbo, pero aquellos que más se enfrentan al derecho al aborto o a la eutanasia no tienen ningún escrúpulo ante los que ya no producen. ¿Quizá porque algunos fondos buitre propietarios de las mismas son también propietarios de sus decisiones?

César Moya Villasante. Madrid

Nuevos partidos

Está claro que el PP es el único responsable de su coalición de gobierno con Vox en Castilla y León y de la bochornosa entrada de la extrema derecha en las Cortes regionales. Me pregunto, sin embargo, cuál ha sido el papel de los partidos provinciales de León, Soria y Ávila en las últimas elecciones. Quizá sean eficaces como plataformas ciudadanas que promuevan la consecución de aspiraciones locales, pero, como partidos, dispersan el voto y, con ello, pueden revelarse estériles: ni consiguen dar cauce a sus reivindicaciones ni propician el necesario cambio en la comunidad.

Hortensia García García. Ávila

Bendita sea esta fiesta del Estado

Hace dos años y tres días, acudí con neumonía al hospital. Debido al hallazgo de un tumor en el mediastino, me dejaron ingresado. En los cuatro meses siguientes me curaron la neumonía, con un tratamiento de desensibilización a las sulfamidas incluido, revisaron todo mi cuerpo de arriba abajo, estudiaron un aneurisma en la aorta ascendente que también hallaron, tras dos intervenciones determinaron que el tumor era un timoma, me hicieron una estereotomía para extraérmelo y me dieron 30 sesiones de radioterapia. Y todo esto en medio del caos de los inicios y estallido de la pandemia. Estoy harto de escuchar el argumento egoísta de que con los impuestos “estamos pagando la fiesta del Estado”, hay mucho que mejorar, pero bendita sea esta fiesta del Estado.

Marcos Garcés Lizama. Bañón (Teruel)