_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Electoralista

Anoche me visitó un funcionario de la Junta Electoral Central para comunicarme, como el ángel del Señor que anunció a María, una buena nueva: en las elecciones votaremos a nuestros partidos preferidos sin esa empatía total que haría del voto salto de fe

Votaciones en un centro cultural de Madrid, el pasado 4 de mayo.
Votaciones en un centro cultural de Madrid, el pasado 4 de mayo.Andrea Comas
Marta Sanz

Anoche me visitó un funcionario de la Junta Electoral Central para comunicarme, como el ángel del Señor que anunció a María, una buena nueva: en las elecciones votaremos a nuestros partidos preferidos sin esa empatía total que haría del voto salto de fe; pero, además, ejerceremos nuestro derecho al contravoto votando también al partido que menos nos guste. Para que se vaya. El ángel subrayó la dimensión catártica y terapéutica del contravoto —voto de la contra ahora que la carne es tan controvertida—: saldríamos de los colegios diciendo “¡Qué a gusto me he quedado!” después de contravotar a Abascal, Echenique, Sánchez, Rufián o Cuca Gamarra. No obstante, la visceralidad se contrapesaría y la templanza saldría ganando —el ángel de la Junta Electoral es socialdemócrata—: incluso los ángeles, enfangados en la antítesis cielo-infierno, conocen las problemáticas del bipartidismo y de entender la política de un país y el país todo como pastel que se reparte. La península Ibérica no es una gran chuleta y el ángel electoral quiere modificar la representación de los porcentajes tan parecida a un donut.

Este nuevo sistema reactivaría el voto inteligente sin desechar la espectacularidad del recuento. Subirían los índices de audiencia en cada fiesta de la democracia. Imagínense a Ferreras. Quizá el contravoto aumente la abstención perezosa; o quizá nos movilicemos ante la oportunidad de ver perder al mal como en las pelis de Tarantino. Una pregunta nos perturbaba: ¿castigaría la izquierda a un partido de izquierda, aunque votase a otro partido de izquierda como ganador? —”Capaces somos”, se santiguó él—, ¿pensaríamos con inteligencia táctica o nos dejaríamos arrastrar por nuestras bajas pasiones? El ángel ejemplificó: “Tú y yo estratégicamente deberíamos contravotar al PP, pero tu cuerpo y mi espíritu tal vez nos llevarían a introducir la papeleta de Vox…”. Entonces, el ángel hizo puff y me dejó atragantada con mi filete de la contra.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Marta Sanz
Es escritora. Desde 1995, fecha de publicación de 'El frío', ha escrito narrativa, poesía y ensayo, y obtenido numerosos premios. Actualmente publica con la editorial Anagrama. Sus dos últimos títulos son 'pequeñas mujeres rojas' y 'Parte de mí'. Colabora con EL PAÍS, Hoy por hoy y da clase en la Escuela de escritores de Madrid.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_