Dolor
Algunos no quieren eutanasia pero nadie rechaza los cuidados paliativos: sólo por esto ya deberíamos dedicarles más atención


Dimos un gran paso hacia la humanidad cuando cambiamos la repulsión por el sufrimiento de los semejantes y el miedo al contagio de la muerte por la vocación del cuidado del otro. Primero serían las madres velando por sus hijos pequeños, luego por los de todas; después el dudoso afecto a los mayores que antes protegieron más que intimidaron; luego la compasión auxiliadora que se aplica a cualquiera porque todos se parecen demasiado a nosotros como para rechazarlos. Nuestros rostros de primates son muy elocuentes —risas, llantos, muecas de dolor o de espanto...— y entender sus mensajes es anterior a la palabra misma, pero no tardamos en aprender a decir “te quiero”, “estamos juntos”, “no me abandones”... Acercarnos al otro cuando vamos de caza, cuando empieza el banquete, cuando urge el sexo es vitalmente razonable: tratar de aliviar al que se queja, al que ya no puede ofrecernos más que su angustia, a quien pide compañía en su extinción... es un riesgo extraño, que la vida elemental no justifica.
Nadie elige dejar de vivir (somos nuestra vida, no conocemos otra cosa) pero podemos optar por dejar de sufrir. Nada más respetable: obligar a seguir padeciendo a quien no quiere es tan malo como ejecutar al que desea vivir. Ayudar a la muerte voluntaria es una forma de misericordia civilizada. Pero recordemos el cuidado que inaugura la humanidad: prevenir el daño, curarlo cuando llega, aliviar a quien no sabemos curar, acompañarle hasta el fin. Algunos no quieren eutanasia pero nadie rechaza los cuidados paliativos: sólo por esto ya deberíamos dedicarles más atención. Paliativos sin Fronteras ha editado un compendio, Los valores del cuidado, que responde a todas las preguntas teóricas o prácticas sobre el tema. Preguntas sobre cómo nace y se ejerce la humanidad...
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
Últimas noticias
Bruselas propondrá una nueva regulación sobre alquileres turísticos para frenar la especulación
La Mesa del Turismo exige que las mutuas revisen las bajas laborales superiores a quince días
Feijóo admite que la mayoría absoluta es casi inalcanzable en Extremadura y que el PP dependerá de Vox
Telefónica propone una rebaja del 20% en su oferta final del ERE en tres filiales
Lo más visto
- La UCO precipitó la detención del expresidente de la SEPI porque se percató de que lo seguían cuando iba a una cita con Leire Díez
- La jueza de la dana declina citar a Sánchez porque no consta que estuviera informado “en tiempo real” por Mazón como Feijóo
- Un trabajador de Acciona asegura que fue el exdirector de Construcción quien le sugirió colaborar con Servinabar, la empresa a la que la UCO vincula con Cerdán
- La UE eleva la presión sobre Venezuela al prorrogar las sanciones al círculo de Maduro en plena escalada de Estados Unidos
- Eurovisión 2026 cierra la lista de sus países participantes, la cifra más baja desde 2004






























































