_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Odio

A Martínez-Almeida le parecen literalmente más graves los acuerdos que han permitido al Gobierno aprobar los presupuestos que el anhelo de altos mandos militares que fantasean con matar a más de la mitad de los españoles

Almudena Grandes
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, durante el homenaje del PP de Madrid a la Constitución Española, este sábado en Madrid (España).
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, durante el homenaje del PP de Madrid a la Constitución Española, este sábado en Madrid (España).Jesús Hellín (Europa Press)

Es un chiste y no es un chiste. En un primer momento parece que tiene gracia y luego resulta que no tiene ninguna. El chat de los jubilados franquistas que nos quieren fusilar y están tan chochos que ya no saben sumar ni restar —26 millones no somos casi la mitad de los españoles, sino la mayoría de los 47 que vivimos en este país— no tiene importancia en sí mismo. En una conversación privada todos podemos decir barbaridades, aunque yo ni siquiera habría podido imaginar semejante orgía verbal de sangre y crímenes. Pero cuando esas conversaciones se hacen públicas, las opiniones que se vierten sobre ellas ya no son privadas ni intrascendentes. A José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid y portavoz del PP, le parecen literalmente más graves los acuerdos que han permitido al Gobierno aprobar los Presupuestos que el anhelo de altos mandos militares que, por muy retirados que estén, fantasean con matar a más de la mitad de los españoles. El representante del segundo partido de este país se muestra tolerante con el lenguaje del odio, y esto ya no es un chiste, ni tiene maldita la gracia. En el fondo, pasa lo de siempre. Quienes alardean de constitucionalismo, y hasta Vox se monta ahora en ese carro aunque los principios constitucionales sean incompatibles con su programa, bordean más o menos peligrosamente la nostalgia de la España preconstitucional. Yo creo que eso sí hay que tomárselo en serio. Y por muy impecable que esté siendo el discurso de la ministra de Defensa, las continuas apelaciones al jefe del Estado que afloran en todos los mensajes de estos salvapatrias que le piden órdenes merecería en mi opinión un comunicado contundente de la Casa Real, aunque sólo sea para acabar de una vez con la moda de las cartas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Almudena Grandes
Madrid 1960-2021. Escritora y columnista, publicó su primera novela en 1989. Desde entonces, mantuvo el contacto con los lectores a través de los libros y sus columnas de opinión. En 2018 recibió el Premio Nacional de Narrativa.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_