De dónde viene el dinero
Los Presupuestos hacen que la derecha empiece a enterarse. Los de Ayuso van a tener que dar algo para que haya más médicos en Vallecas
Hay un escándalo o, al menos, una actitud escandalizada que crece en las entrañas del madrileño barrio de Salamanca. Los padres de los jóvenes de Núñez de Balboa, de los que han salido a la calle a “jugársela” con las cacerolas de casa, se preparan para combatir semejante atropello a la clase media. Bajo el paraguas del único partido que les representa, o sea, Vox.
El Gobierno socialcomunista de Sánchez e Iglesias ha puesto en marcha la tropelía, que los astutos mercenarios de este tándem letal para sectores enteros de la población han ido desarrollando. El plan es sencillo. Se trata de acabar el trabajo que empezó Santiago Carrillo en Paracuellos, pero por medios no sangrientos esta vez, porque ganas no les faltan, pero ahora está mal visto lo del tiro de gracia.
Todo empezó con Paco Fernández Ordóñez, que encabezó un ala socialdemócrata de la UCD de Adolfo Suárez que iba a llamarse Partido Socialdemócrata Español. No le salió, entre otras razones porque tenía que morirse, que lleva su tiempo.
Y así hasta ahora, cuando Sánchez e Iglesias se han decidido a mostrarle al respetable cuál es la diferencia entre un Gobierno de derechas y uno de izquierdas. Esa diferencia suele tener un reflejo en los PGE, o sea, los Presupuestos Generales del Estado, que nos devuelve en números fríos, porque no los hay calientes, el significado exacto de cada partida de dinero. Y resulta que entre el dinero a recaudar hay un poquito que viene, o vendrá, de las rentas altas, o sea, altas, que verán cómo su IRPF sube de forma que se note. Como pasa con las rentas del capital inmobiliario y otros capítulos de los PGE.
Desde los primeros Gobiernos de Felipe González no se le había visto a la izquierda esa cara feroz que pone cuando expropia a los pobrecitos indefensos de Núñez de Balboa. No les faltan a estos chicos razones para agruparse, detrás de la que pretende ser su líder natural, Isabel Díaz Ayuso, con unas consignas diseñadas por Miguel Ángel Rodríguez, que sean de fácil memorización: “Libertad, libertad”. La derecha española no se siente todavía a gusto con la palabra, pero ya aparecerá otra, o se banalizará el uso de esta.
De momento, los presupuestos hacen que la derecha empiece a enterarse. Los de Ayuso van a tener que dar algo para que haya más médicos en Vallecas.
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