KOSOVO, EN BUSCA DE LA NORMALIDAD PERDIDA
Tres años después de los bombardeos de la OTAN, Kosovo ha cambiado, al menos en apariencia. La ONU ha conseguido crear algo parecido a una administración y la economía florece. No obstante, las mafias campan a sus anchas y el odio entre serbios y albaneses persiste. Los vecinos son todavía enemigos irreconciliables.