Ofensiva diplomática en Bosnia para evitar que se repita el caso de Gorazde
La ofensiva diplomática para evitar un nuevo Gorazde se ha puesto en marcha. Los cinco diplomáticos del llamado "grupo de contacto"' llegaron ayer a Sarajevo para entrevistarse con el presidente de Bosnia-Herzegovina, Alia Izetbegovic. Charles Redman, enviado especial del presidente Clinton; Alexei Nikoforof, funcionario del Ministerio ruso de Exteriores; Jean-Pierre Masset, adjunto a David Owen; el británico David Manning y el representante de la Unión Europea, Michael Steiner, tienen como objetivo impulsar un cese general de las hostilidades y sentar a las partes a la mesa de negociaciones.
El primer ministro bosnio, Haris Silajdzic, ha condicionado cualquier alto el fuego a la retirada total de las tropas serbias en torno a Gorazde. La Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) aún desconoce la verdadera situación en la zona desmilitarizada de tres kilómetros. El jefe en Bosnia de Unprofor, general Michael Rose, en unos polémicos comentarios, conocidos ayer, acusa a los defensores de Gorazde de favorecer el avance serbio con el fin de provocar la intervención occidental."Lo que tienen que hacer ustedes [los medios de comunicación] es dedicarse a lo que realmente es importante", declaró un molesto general Rose. "Se trata de una conversación privada sacada de contexto", añadió. Unprofor lamentó que una cinta de vídeo, supuestamente filmada por alguien de la propia ONU, llegara hasta los periodistas. En ella se escuchan con claridad los comentarios del jefe militar de los cascos azules sobre una intencionada debilidad de las defensas musulmanas en el enclave.
"Esa no es su opinión, sino una de las muchas explicaciones que se han manejado para entender lo sucedido", aseguró el comandante Eric Chaperon, portavoz de Unprofor. El general Rose, quien se entrevistó ayer con Haris Silajdzic, tuvo la oportunidad para explicarse sobre lo sucedido. El Gobierno bosnio, que mantiene excelentes relaciones con Rose, por su postura de firmeza ante el líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, no desea convertir este asunto en un incidente.
En la ciudad de Gorazde, mientras, la situación bélica tiende a normalizarse poco a poco, aunque el problema principal ahora es de infraestructura. No hay agua, ya que los serbios volaron las instalaciones ni electricidad. La Cruz Roja intemacional logró transportar a Gorazde un convoy con material y especialistas, cuya misión es ayudar a paliar la grave escasez de agua.
Unprofor insiste en que no quedan soldados serbios dentro de la zona de tres kilómetros alrededor del centro de Gorazde, pero admite que un número indeterminado de policías armados con pistolas se encuentran allí. "No consideramos que su presencia en la zona sea una violación de los acuerdos", afirma el portavoz, "ya que estos se refieren sólo a la tropa". Preguntado cómo sabe Unprofor que se trata de policías y no de soldados vestidos con otro uniforme, el portavoz garantizó que se iba a proceder a su identificación.
Nuevos focos de tensión
En cuanto a la zona de exclusión de armas pesadas, 20 kilómetros desde el centro de Gorazde, y en la que la ONU cuenta con tan sólo 17 observadores militares para realizar el reconocimiento por tierra, la situación es la misma que el miércoles: no hay constancia de que haya en ella armas pesadas serbias.
Travnik, situada en Bosnia central, y en la que existe una importante fábrica de armas de la Armija (Ejército bosnio de mayoría musulmana) fue ayer atacada por la artillería serbia. Se contabilizaron 112 granadas de mortero de entrada y 40 de salida. Este incremento de la actividad bélica alrededor de Travnik preocupa a Unprofor, pues esta localidad es, junto a la norteña de Brcko, uno de los posibles objetivos serbios.
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