La dureza del deporte de élite: “Era una máquina que ni sentía ni padecía”
La nadadora María Vilas cuenta cómo dejó la alta competición y odió la piscina por el castigo mental que sufría
La nadadora María Vilas cuenta cómo dejó la alta competición y odió la piscina por el castigo mental que sufría
Cae en su prueba fetiche en el Europeo tras ser plata en los 1.500. María Vilas, bronce